La junta de gobierno local de Sarria aprobó este miércoles la rescisión definitiva del contrato de ampliación del cementerio municipal, cuyas obras están paralizadas desde hace más de un año.
Los trabajos comenzaron en julio de 2018, pero fueron parados en octubre al considerar la directora de obra y arquitecta técnica municipal que era necesario modificar el proyecto por "carecer de partidas esenciais para a correcta e completa execución". Ante ello el Concello inició la rescisión del contrato, a lo que la empresa adjudicataria no presentó alegaciones. La administración local tendrá ahora que indemnizarla con el 3% de la diferencia existente entre la cuantía en la que fue contratada la ampliación y las obras que ya fueron abonadas.
El gobierno local estudia ahora qué hacer con la ampliación de la necrópolis, en la que estaba proyectada la construcción de 264 nichos. Un informe de secretaría del pasado febrero señalaba que se debería resolver el contrato, redactar un nuevo proyecto y volver a sacar a licitación las obras.
Estos polémicos trabajos incluso llevaron a que el pasado mes de enero se celebrara un pleno extraordinario. En aquella sesión se puso de manifesto que la modificación del proyecto de la necrópolis tendrá un coste de 79.450 euros (más Iva).
Las obras de ampliación del cementerio son muy demandadas por los vecinos, ya que la necrópolis no dispone de nichos libres y la administración local tiene alrededor de 300 solicitudes de sepulturas.
La junta de gobierno aprobó trámites para la compra de la Casa da Carmiña
Por otro lado, la junta de gobierno local dio luz verde al pliego de cláusulas administrativas que regirán la compra de la conocida como Casa da Carmiña y de un solar y un pequeño inmueble, situados en sus proximidades.
CONSISTORIO. Estas propiedades son colidantes con la casa consistorial y el Ayuntamiento quiere adquirirlos para ampliar las dependencias municipales. A la compra de la Casa da Carmiña está previsto que destine 100.000 euros, mientras que al resto de bienes dedicará 17.000.
Para la adquisición de estas propiedades la corporación aprobó en una sesión en agosto una modificación de crédito. El pleno ya diera el visto bueno por unanimidad en 2017 a una moción para hacerse con este inmueble.
En la junta de gobierno también se dio cuenta de un escrito de la Diputación sobre la justificación de las obras de la piscina cubierta. Según el gobierno, existen discrepancias sobre la justificación de "1.000 y pico euros". El asunto se dejó sobre la mesa a la espera de que se aclare.
En la sesión se trataron varias licencias de obras, entre ellas una de una empresa de telefonía para instalar cableado entre la Avenida de Becerreá y Vilar de Sarria y otras dos de una firma de suministro eléctrico para la construcción de una red en San Martiño de Requeixo y Vilar de Sarria.
