El municipio de Láncara despidió este lunes a su vecino más longevo, Benjamín Díaz Fernández, quien falleció el pasado domingo a los 103 años de edad.
El centenario, natural de la Casa Benjamín de San Pedro de Láncara, formaba parte de una familia que se caracteriza por su larga vida. Así, deja una hermana en la residencia de mayores de A Pobra de San Xiao, Dolores, de 101 años, y ambos tenían otra a quien la muerte le sobrevino a los 105.
Benjamín Díaz contrajo matrimonio con Consuelo Rivera, con quien tuvo una hija. Gran parte de su vida ejerció como tabernero en su parroquia natal, donde regentó su propio negocio, además de trabajar como cartero e incluso durante un tiempo de cantero.
En el verano del año 2016, con motivo de la celebración de su centenario, los residentes en esta parroquia organizaron una comida en su honor, al tratarse de una persona muy conocida y apreciada en la zona.
El ágape tuvo lugar en el entorno natural conocido como Presa da Muiñeira, donde se congregaron unas 60 personas entre familiares, amigos y vecinos para rendirle este reconocimiento, que le llenó de alegría. "Deséxovos a todos que duredes os mesmos anos ca min", les dijo en aquella ocasión a los presentes.
Entre otros obsequios, recibió una placa que le fue entregada por el alcalde, Darío Piñeiro, en nombre del Ayuntamiento y del conjunto de los lancareses.
Su fallecimiento se produjo el domingo y ayer recibió sepultura. La comitiva fúnebre salió del tanatorio Mosteiro de A Pobra hasta la iglesia parroquial de San Pedro de Láncara, donde se ofició el funeral, seguido de la inhumación del cadáver en el panteón familiar.
Con la pérdida de Benjamín Díaz son dos los centenarios que residen en el municipio de Láncara. Se trata de su hermana Dolores, que el pasado año conmemoró este aniversario en el complejo terapéutico-gerontológico A Veiga de A Pobra de San Xiao, y de Ramona García, de 102 años y vecina de la parroquia de Toirán.
