La comarca pierde a la superiora de las benedictinas y a un fraile mercedario

El convento de Sarria despidió a fray Emilio, mientras que el funeral por sor Asunción fue en el monasterio de Samos
Monasterio de Samos. AEP
photo_camera Monasterio de Samos. AEP

La comarca despide a sor Asunción, la superiora de la comunidad de monjas benedictinas de Samos, y a fray Emilio Rodríguez Ameijide, de los mercedarios de Sarria.

Este último falleció el sábado, día 9, a los 88 años. El religioso era natural de Sarria y uno de los miembros de mayor edad de la comunidad.

Fray Emilio ingresó en La Merced en la villa cuando tenía 25 años, tras lo que fue ordenado novicio en el convento de Herencia, en Ciudad Real. Hizo la profesión simple en 1960 en Sarria y la profesión solemne seis años después en el monasterio de Verín.

El religioso pasó por diferentes cenobios de los mercedarios, desde Herencia hasta Verín, Ciudad Real, Colmenar Viejo, Lekeitio, Buena Dicha de Madrid y Sarria. En este último estuvo hace años, si bien regresó en 1988 y permanecía en él desde entonces.

La comunidad mercedaria, que queda ahora formada por cinco frailes, despedió este lunes a fray Emilio. El funeral se celebró a las 12.00 horas en la iglesia del convento, tras lo que recibió sepultura en el cementerio.

Por su parte, la comunidad de las benedictinas samonenses también despidió este lunes a sor Asunción, de 94 años de edad. El funeral fue a las 16.30 horas en la iglesia del monasterio y el entierro tuvo lugar posteriormente en la cripta de la abadía.

Natural de Villanueva de las Manzanas (León), permaneció en Samos más de medio siglo. Sor Asunción llegó en 1963 a la localidad procedente de Santa María de Carbajal con el encargo, junto a otras monjas, de fundar la comunidad de benedictinas. Desde hace más de 20 años era la superiora.

Fue maestra de novicias y siempre estaba dispuesta a ayudar a otras comunidades religiosas cuando precisaban profesorado. Se la recuerda como una persona muy humilde y servicial.

Sor Asunción era la última fundadora de las benedictinas samonenses que quedaba con vida después del fallecimiento el pasado mes de marzo de sor Benedictina, de 92 años.