Claudio Garrido: "Si no hay acuerdo para las cuentas iremos a una moción de confianza"

El gobierno de Camiña Sarria y Galicia Sempre, encabezado por el exsocialista Claudio Garrido, lleva cerca de año y medio al frente del Ayuntamiento sarriano. Uno de sus principales objetivos es aprobar un presupuesto después de cinco años con las cuentas prorrogadas.
Claudio Garrido, alcalde de Sarria. PORTO
photo_camera Claudio Garrido. PORTO

El alcalde Claudio Garrido reconoce difícil elaborar un presupuesto, para el que sería preciso, dice, modificar y actualizar las ordenanzas fiscales. 

¿Qué balance hace de este casi año y medio que lleva al frente del gobierno de Sarria? 
Tenemos un gobierno en minoría y de los siete miembros del gobierno, cinco son nuevos en política. Encontramos un Ayuntamiento que a nivel de funcionamiento interno estaba desestructurado, con cantidad de problemas heredados por una falta de dirección política de personal durante varios años. Esto se incrementó en los últimos por conflictos de la dirección política y el personal, por lo tanto había una desmotivación muy fuerte y una desestructuración, que como consecuencia llevó a prácticamente una parálisis administrativa y sobre todo a retrasos en toda tramitación. Había que hacer una reforma. Aún no pudimos hacerla, estamos en ello, y se cuenta con la colaboración de la mayoría del personal. A esto le unimos una situación política muy complicada, no es un problema de un gobierno en minoría, sino un cierto enfrentamiento personal. Una vez las elecciones los ciudadanos hablaron y configuraron el mapa político, la posibilidad de llegar a acuerdos de formar gobierno que respondieran a una mayoría, esos enfrentamientos, fundamentalmente personales, han hecho que no primara la política. 

Uno de sus compromisos era elaborar un presupuesto. 
La dificultad de elaborar un presupuesto no es solo política, si no también técnica. Ahora mismo es muy difícil por cuanto los servicios municipales (agua, basura, luz, escuela de música, matadero…) tienen un déficit muy alto. Podemos hablar de 1,7 o 1,8 millones de euros en total. Esto hace que dificulte poder asumir un gasto tan importante si tenemos en cuenta que en los últimos diez años no hubo ninguna actualización de las ordenanzas fiscales que hiciera que los servicios respondieran al concepto de equilibrio presupuestario. Un ejemplo, si en estos diez años el agua no se actualizó al IPC y hubo una subida del IPC del 14,5%, cantidad importante que año tras año se va arrastrando, ha ido generando un déficit que se ha ido cubriendo con el ahorro presupuestario. Tenemos conocimiento de que los grupos políticos no quieren apoyar la actualización de las ordenanzas. 

¿Así no podrían elaborarlo? 
Estamos en la dificultad para llegar a los ingresos mínimos. Las medidas del Gobierno central de liberar el presupuesto posibilita que no haya que cumplir el equilibrio presupuestario, sí podríamos afrontar el presupuesto, tendríamos el problema de dónde sacaríamos el incremento del ingreso, es donde estamos negociando. La primera ordenanza más importante que tenemos es la de la residencia de ancianos, que en 2019 tuvo un déficit de 600.000 euros, se cubrió con modificaciones presupuestarias con remanente. La ayuda a domicilio es otro tanto parecido, el matadero… Vamos a intentar presentarlo lo más rápido que podamos, intentaremos empezar con la modificación de la ordenanza de la residencia, si no hay ningún acuerdo para las ordenanzas fiscales sería muy difícil poder ejecutarlo, tendríamos que ir a un presupuesto técnico que lograríamos yendo a una moción de confianza. 

La situación política es complicada, no es un problema de gobierno en minoría, sino de enfrentamiento personal

¿Cómo encontraron el concello? 
Con una serie de problemas, como el plan único de la Diputación de los años 17 y 18, que era de un millón de euros en total y se perdieron 450.000. Nos encontramos con obras paralizadas, la Rúa Diego Pazos y el cementerio, pistas en mal estado, los ríos, que limpiamos. El mayor problema que tenemos es las pistas rurales, el 90% está en muy mal estado, que viene provocado por muchos años, de falta de inversión, mala gestión. El Ayuntamiento tiene una deuda de 600.000 euros que va a quedar liquidada para dejarla a cero. Eso deja al Ayuntamiento en condiciones de poder hacer un presupuesto sin ninguna carga. 

¿Qué ocurrirá con Diego Pazos? 
Habría que levantarla de nuevo, gastar otros 300.000 euros, pero no disponemos del dinero. Hay unos responsables directos, la ejecución y la dirección de la obra, y vamos a iniciar una responsabilidad civil y patrimonial contra los responsables porque no es justo que los ciudadanos paguemos una obra dos veces por negligencia de alguna gente. Las aceras no reúnen las mejores condiciones, pero puede ser tolerable hasta que se resuelva ese conflicto, y pedimos a la Xunta que permita arreglar el firme. De momento no tenemos respuesta, si no tuviéramos autorización habría que llegar a cortar la circulación. 

Una de sus prioridades también es reabrir Ponte Ribeira. 
Teníamos como prioridades restaurar el turno de noche de la Policía Local y abrir la piscina climatizada y lo cumplimos. Sobre el puente, lo primero es reabrirlo y, después, respetar el patrimonio. La única manera es ir a un puente provisional, para, mientras tanto está reabierto, poder hacer los estudios necesarios para ver la viabilidad de la restauración del puente medieval y construir un puente definitivo. A la próxima comisión irá la aprobación del proyecto de la pasarela provisional y el inicio del expediente. En tres o cuatro meses espero que esté. 

Mi futuro es acabar esta legislatura y después concluir ya con la política. Los años ya son los que son

En este mandato compraron la Feculera y la Casa da Carmiña, ¿cuáles serán los siguientes pasos?
De Casa da Carmiña estamos esperando a tener el presupuesto y después solicitar colaboración de la Xunta para la obra. La Feculera es una apuesta muy importante por el mundo de la cultura y el ocio. Desde hace muchos años hay un debate sobre la ubicación del auditorio, los grupos políticos que digan dónde quieren hacerlo, no lo definieron, nosotros sí. Estamos haciendo un proyecto de sostenibilidad energética, que es lo más importante en el edificio. Hay que hacer un levantamiento topográfico y de estructura. Lo más importante es ubicar espacios para todas las asociaciones culturales y después a lo mejor ir a un concurso para el auditorio. 

La oposición criticó que no hay medidas de apoyo a las empresas por el covid, ¿por qué no las hicieron? 
Para poder hacerlas hay que tener dinero, Sarria no tiene condiciones económicas para hacerlo, y creo que no es la entidad que debe hacerlo, sino otras administraciones, como la Xunta. En Sarria optamos por otras medidas, posibilitando la instalación de terrazas o la desinfección con ozono. Una persona de la corporación denunció la desinfección, cuando lo hacen todos los Ayuntamientos, la Xunta, el Ministerio de Interior. No se piden medidas para ayudar a los negocios, es para perjudicar al Ayuntamiento porque pedir, como hizo el PP, suprimir o bajar todos los impuestos, hace a un Ayuntamiento inviable. 

¿Tienen algún proyecto de cara al Año Santo 2021? 
Es muy difícil planificar ante la pandemia, no sabemos cómo va a evolucionar. Vamos a seguir, si no hay confinamiento, intentando garantizar esas medidas que den seguridad al ciudadano, de que tenemos los locales desinfectados. En cuanto se pueda sí que habrá que intentar dinamizarlo. El jardín vertical forma parte de esta dinamización, de hacer cosas diferentes. Reabrir Ponte Ribeira también es una solución para el Camino, como limpiar los ríos. 

Estuvo en el PSOE, ¿regresaría? 
Estuve en el PSOE toda la vida, cuando preparamos la candidatura pedí la baja. Mi objetivo no es volver al PSOE, sigo manteniendo buenas relaciones con gente del PSOE, he votado al PSOE. Mi futuro es acabar esta legislatura y después concluir ya con la política. Los años ya son los que son.

Comentarios