Un establecimiento de telefonía móvil del centro de Sarria ha reforzado las medidas de seguridad mediante la colocación de bolardos delante del escaparate para impedir la comisión de robos por el método del alunizaje, esto es, empotrando un coche contra el cristal, tal y como sucedió en este negocio el pasado octubre.
La tienda, situada en el bulevar de la calle Calvo Sotelo, en la zona más céntrica y comercial de la villa, fue asaltada en la noche del 23 al 24 de octubre, con un botín consistente en teléfonos móviles y dinero. Los ladrones actuaron a las cuatro de la madrugada y no consiguieron romper el cristal de seguridad (anteriormente pertenecía a un banco situado en el mismo bajo) pese a golpearlo con un extintor. Al ver fracasado el plan inicial, subieron a la acera con un vehículo aprovechando la ausencia de bolardos a la altura de un paso de peatones y, dando marcha atrás, salvaron un escalón e e impactaron contra la luna.
De este modo, lograron abrir un boquete por el cual accedieron al interior y se adueñaron de diverso material en cuestión de minutos para darse luego a la fuga. Solo los daños causados en el cristal fueron tasados en unos 3.000 euros.
IGUAL DISEÑO. Con el objetivo de evitar que vuelva a suceder algo similar y ante la necesidad de "protexer os negocios" ante robos, el responsable del establecimiento adoptó la decisión de colocar unos bolardos delante del escaparate, en una zona privada perteneciente al comercio, de modo que no invade la vía pública.
Se tomó la molestia de encargar unos bolardos iguales a los que existen en la calle, con el fin de "non romper a estética"
Para ello, se tomó la molestia de encargar unos bolardos iguales a los que existen en la calle, con el fin de "non romper a estética", explicó. De este modo, en los propios pivotes colocados por el Concello en el bulevar pudo ver el nombre de la empresa que los hacía y encargar un modelo idéntico pero con la particularidad de que los suyos llevan hierro por dentro para reforzarlos ante alunizajes.
Esta medida, cuyo coste superó los 300 euros incluido el montaje y la instalación, no fue la única adoptada por el empresario, que ya tenía alarma en el negocio y que amplió los sistemas de seguridad con más sensores para prevenir nuevas acciones delictivas.
El bulevar de la calle Calvo Sotelo es hoy en día uno de las principales zonas comerciales de Sarria, la cual se encuentra semipeatonalizada, con aceras más anchas y un solo carril de circulación. El hecho de estar en pleno centro no disuade a los ladrones, que el pasado año también asaltaron un estanco a escasos metros de la tienda de telefonía móvil empleando una maza con la que rompieron un cristal blindado.
Los comercios toman diversas medidas para reforzar la seguridad, sobre todo por las noches, después de que las patrullas policiales nocturnas fuesen suprimidas durante la semana hace ya más de dos años por falta de personal para cubrir todos los turnos.
