Celebración por partida doble

Los hermanos Sara y Arcadio Díaz Pérez conmemoraron en Paradela sus aniversarios de boda. Ella festejó los 62 años de casada con Manuel Varela y él el medio siglo con Yvonne Díaz.
Sara Díaz y Manuel Varela (sentados) y, detrás, Yvonne Díaz y Arcadio Díaz, rodeados de toda la familia. PORTO
photo_camera Sara Díaz y Manuel Varela (sentados) y, detrás, Yvonne Díaz y Arcadio Díaz, rodeados de toda la familia. PORTO

La familia Díaz Pérez del municipio de Paradela estuvo este sábado de celebración por partida doble, pues Sara conmemoró los 62 años de casada con Manuel Varela Vila y su hermano, Arcadio, festejó sus bodas de oro con Yvonne Díaz Rothenbuhler.

Estos aniversarios tan especiales los festejaron por todo lo alto, rodeados de su familia en Gondar, en la parroquia de Aldosende, donde viven Sara, de 84 años, y Manuel, de 87. Esta pareja se conoció cuando eran unos niños al vivir en dos pueblos separados por tan solo unos tres kilómetros. Él, el primero de dos hermanos, es natural de Gondar, mientras que ella, la quinta de trece hermanos, nació en Rexemonde, un núcleo también del municipio de Paradela y hoy desaparecido al quedar bajo las aguas del embalse.

Ambas familias se dedicaban a la ganadería y agricultura y, como todos los vecinos, guardaban las vacas en el mismo monte. Y así, cuidando el ganado se conocieron Sara y Manuel. "Andabamos no monte correteando todos os veciños", explica la familia. Él, además, acudía a jugar a las cartas a la casa de ella, lo que "era como unha festa estar alí".

Aquella amistad terminó en matrimonio. Para casarse Manuel tenía que pedirle la mano al padre de ella, pero "non se atrevía". "Ía á habitación onde estaba o pai e volvíase, non se atrevía. Por fin foi, pediulle a man, volveu a cociña e dixo, "Sarita xa eres miña"", rememora la familia.

El 20 de abril de 1960 fue la fecha elegida para su boda, que tuvo lugar en Aldosende coincidiendo con las fiestas de Santa Engracia. La celebración fue doble. Primero lo festejaron en la casa de ella y después en la de él. Además, en Aldosende fueron recibidos por la banda de música O Barrido, "tiraron foguetes e a xente aplaudía", recuerdan sus familiares.

El matrimonio se asentó en Gondar y tiene dos hijos, Milagros y Roberto. Hasta su jubilación los dos paradelenses se dedicaron a la ganadería y la agricultura. "Traballaron moito para poder conseguir que aos seus fillos nunca lles faltara de nada", apunta uno de ellos, Roberto.

Sus hijos, nietos, bisnietos, hermanos y otros familiares disfrutaron de la fiesta para conmemorar sus 62 años de casados. La idea inicial era celebrar las seis décadas de su boda en 2020, aunque la pandemia del coronavirus lo impidió y trasladaron la celebración a este año.

Una treintena de personas participaron en el encuentro, que tuvo lugar coincidiendo, como ocurrió por su matrimonio, con los festejos de Aldosende. Sin embargo, este año no hubo patronales en el pueblo y ellos mismos hicieron la fiesta en su casa con una comida y la actuación de un grupo de música.

SUIZA. Una cita en la que también conmemoraron sus 50 años de casados Arcadio e Yvonne Díaz. Ellos no se conocieron en Paradela, sino a cerca de 2.000 kilómetros de distancia, en Suiza. Allí, como muchos gallegos, emigró él. Arcadio Díaz trabajaba en la cocina de un hospital de Basilea, en el mismo centro en el que estaba ella empleada, aunque en la limpieza.

La mujer cuenta que un día lo vio en la ventana del hospital, "con su pelo largo, camisa negra, y fue un flechazo". Tuvieron una primera cita, aunque no salió muy bien, él "me plantó". "Él se fue a divertir al cine y me dejó plantada en la calle", relata ahora entre risas. No desistió y hubo nuevas citas, comenzando una relación que acabó en matrimonio en enero de 1972.

El 24 se casaron en el Ayuntamiento y, tres días después, se celebró la boda religiosa en una "iglesia española". Curiosamente la ceremonia contó con dos sacerdotes, uno español y otro suizo, para permitir así que las dos familias pudieran seguir el rito, explica ella, quien es de padre suizo y madre italiana. Entonces en el país helvético la mujer se ponía el apellido del marido, de ahí que ella sea Díaz.

La pareja tiene dos hijos, Ángel y Karina, y vivió en Suiza hasta hace 19 años. Ella se dedicó a la limpieza y cuidado de niños, mientras que él principalmente al sector de la construcción. En 2003 decidieron trasladarse a España, asentándose en Arteixo, donde continúan viviendo a día de hoy.

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