La campaña en Cova Eirós destapa restos de fauna de elevado interés

Colmillo de oso, lasca y asta de rebeco. USC

Los arqueólogos rematan la excavación de este año en Triacastela, con un balance "moi positivo" y unas 1.900 piezas recuperadas

La campaña de excavaciones en Cova Eirós de Triacastela, iniciada el pasado día 6, concluye este miércoles tras un intenso trabajo que ha permitido obtener alrededor de 1.900 piezas, entre las cuales destacan restos de fauna de considerable tamaño y alto interés.

Los arqueólogos recuperaron durante estos días elementos tales como un cráneo y una cornamenta de rebeco, huesos de un gran cérvido y de un bóvido de importante tamaño, así como un colmillo perteneciente a un oso de las cavernas, entre otros restos de fauna "moi interesantes", tal y como explica Arturo de Lombera, codirector de las excavaciones.

Los trabajos corrieron de nuevo a cargo de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) y la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona, y estuvieron financiados por la Consellería de Cultura.

Cerca de veinte personas participaron en estas excavaciones, cuyo balance resulta un año más "moi positivo". En total, consiguieron recuperar cerca de 1.900 piezas de fauna y lítica que servirán para seguir profundizando en el estudio del Paleolítico en Galicia.

En esta edición, las prospecciones dieron por terminado el denominado nivel 3 de la cueva, que se corresponde con las ocupaciones de neandertales más recientes, con una antigüedad de entre 40.000 y 42.000 años, señala el codirector. De igual modo, comenzaron a excavar el techo del nivel 4, del Paleolítico Medio más antiguo, con el objetivo de completar toda su superficie el próximo año, para el cual confían en poder contar de nuevo con el apoyo económico de la Xunta .

La tesis con la que trabajan los investigadores apunta a que el nivel 3 responde a "estadías curtas" mientras que el 4 (donde encontraron un hogar) estaría relacionado con estancias "de maior intensidade", con actividad doméstica y fauna "máis procesada". "Sería como un campamento residencial", ejemplifica el arqueólogo.

Por su parte, la industria lítica obtenida indica de nuevo que la mayor parte de las herramientas fueron trabajadas en el exterior, con cuarcita de ríos de un entorno no próximo, sino que podría ser de ámbito regional, señala.

Los investigadores inspeccionaron otras cavidades de la zona para determinar si tienen potencial arqueológico

Los arqueólogos exploraron este año otras cavidades de la zona para ver la posibilidad "a medio prazo" de ampliar las excavaciones. Además, trabajan en el anteproyecto para crear en Triacastela un centro de interpretación sobre Cova Eirós, donde también se conservan pinturas rupestres.