La calle Diego Pazos será sometida a una prueba para ver si evacua bien el agua

La reforma del vial motivó quejas por desnivel en las aceras

Estado del cruce entre las calles Diego Pazos y Toleiro. VILA
photo_camera Estado del cruce entre las calles Diego Pazos y Toleiro. VILA

La calle Diego Pazos de Sarria, que se encuentra en obras desde septiembre, será sometida a una prueba en los próximos días para comprobar si evacua bien el agua en el margen izquierdo en dirección al cruce de A Ciguñeira.

La realización de esta prueba fue acordada este jueves tras las quejas expresadas por vecinos y políticos sobre la inclinación de las aceras en este margen, que les hace temer que el agua pueda ir hacia los portales de las casas y negocios.

Según la empresa adjudicataria, los trabajos se ejecutaron de forma correcta y no existe riesgo de inundación, si bien se hará la comprobación para despejar cualquier duda, aseguró la alcaldesa.

Pilar López explicó que, aunque esta semana no trabajan en la obra por los festivos de la construcción, responsables de la empresa se desplazaron este jueves hasta Sarria para supervisar la reforma junto a la arquitecta municipal y la propia regidora. "Consideran que non hai ningún problema, pero para quedar tranquilos van comprobalo abrindo unha boca de rego na parte de arriba da rúa" para ver el comportamiento del agua, señaló López. Según dijo, la prueba (de la que serán informados los locales de la zona) se hará entre finales de la próxima semana y principios de la siguiente, una vez concluyan los trabajos en el otro margen.

En los próximos días también se modificará el entronque entre Diego Pazos y la Rúa Toleiro, donde la parte de la calzada se hizo más estrecha de lo previsto, lo que supone una complicación sobre todo para la maniobra del camión de la basura. "Vanse facer as curvas un pouco menos pronunciadas", señaló la alcaldesa, quien concretó que la Rúa Toleiro seguirá siendo como ahora de doble dirección.

CRÍTICAS. Las obras en Diego Pazos ya salieron a relucir en el pleno de diciembre, en el cual el edil no adscrito Antón Fortes pidió al gobierno que "dea un paseo pola zona porque as beirarrúas teñen unha desviación cara ás casas que non é normal". Aseguró también haber observado que las canalizaciones se estrecharon con la reforma y que "por riba dos tubos botouse area sen unha malla".

El gobierno municipal respondió en aquella sesión que la obra estaba siendo controlada de forma continua por la arquitecta y que no le constaba ningún problema.

El PP de Sarria también se mostró crítico con el resultado de esta remodelación. "Nalgunhas zonas hai unha pendente cara ás casas que pode ser un problema importante ao correr auga cara aos baixos das edificacións", afirmó el partido, el cual dijo haber realizado "medicións de nivel" que probarían la desviación denunciada.

"Recorda cada máis o follón do cemiterio e non sabemos se derivará tamén nun aumento do custo da obra, como naquel caso no que son 100.000 euros", añadió el grupo popular, que también criticó el estrechamiento en la intersección con la Rúa Toleiro, el cual "impide que se crucen dous coches e fai pensar que será dirección única".

Las obras tienen un plazo de ejecución de cuatro meses
Las obras en Diego Pazos afectan al tramo comprendido entre los cruces de a avenida y a Ciguñeira, y consisten en la creación de aceras más anchas, renovación 
de servicios, pavimentación, zonas ajardinadas, mobiliario e iluminación.

Fueron adjudicadas en la suma de 242.000 euros (financiadas con el plan único de la Diputación de 2017) y un plazo de ejecución de cuatro meses.

La actuación comenzó en la última semana de septiembre —momento en el cual se cerró al tráfico la calle—, de modo que, sin prórrogas, acabaría este mes.

 

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