Un bosque 'enmeigado' en Monseiro

El artista Fermín Díaz, Finxo, pintó un meigo en un árbol que sufrió hace unos años un incendio en esta parroquia lancaresa
Obra creada en un árbol quemado por Fermín Díaz Losada, Finxo. EP
photo_camera La obra se encuentra en la carretera de Zoó a Monseiro. EP

Aquellos que transiten por la carretera de Zoó a Monseiro, a su paso por el ayuntamiento de Láncara, se encontrarán con una figura terrorífica, que hizo que los propios vecinos bautizaran el lugar como ‘A curva do inferno’. Esta imagen, un meigo, fue pintada por el artista Fermín Díaz Losada, más conocido como Finxo, en un árbol quemado, aprovechando las formas que dejó el propio fuego.

Paseando un día por esta pista, se encontró con el ejemplar, que había sido víctima de un incendio hace unos años, y su curiosa forma. "Fixeime, vin a figura que deixou o incendio e ocorreuseme aproveitala para facer a imaxe dun meigo", señala el artista. Él, aclara, no talló el árbol, solo pintó en color blanco la imagen que dejó el propio fuego. "Ten unha forma alargada, que era a forma que tiña, e os ollos e a boca son buracos que había. Eu unicamente pintei esa figura arbritaria que quedou", explica Fermín Díaz, quien creó este personaje sin contárselo a nadie.

Por ello, los primeros vecinos que se disponían a disfrutar de su habitual caminata por la carretera se llevaron "un susto", afirma entre risas. "Acostuman pasear ao atardecer e ao primeiro levaron medo. Un can ía diante e tamén se asustou. Os veciños chámanlle ‘A curva do inferno’", dice sobre la primera impresión que se llevaron los residentes en la zona sobre esta figura, que se encuentra a alrededor de 1,5 kilómetros del pueblo de Monseiro.

La imagen también sorprende a los conductores. "De noite non se ve ata que está encima o coche, a seis ou sete metros. Coas luces dos faros impresiona", afirma el artista. La imagen "chama a atención" y al principio "deu reparo", aunque ahora "fai moita graza".

"Eu digo que Galicia, e en concreto Monseiro, é terra máxica onde abundan ‘duendes’, meigas e meigallos", apunta Fermín Díaz Losada. Y en el pueblo lancarés está la muestra, con este bosque ‘enmeigado’.

La curiosa obra en el árbol "chama a tención" y al principio "deu reparo", aunque ahora "fai moita graza", asegura el artista

La curiosa figura en el árbol se viene a sumar a los murales que el artista pintó en los últimos tiempos en Monseiro formando un conjunto en el que se recogen algunas de las tradiciones gallegas. El último lo elaboró hace unos dos años en el porche de la iglesia de la localidad y tiene como protagonista al párroco, Leopoldo Sanmartín, al que se le quiso así rendir un cariñoso homenaje. El sacerdote figura como un pastor que conduce hacia la iglesia de la localidad a un rebaño de ovejas, el cual simboliza a los fieles, y se ve al fondo el monte de A Meda.

Fermín Díaz, quien reside en Cataluña, también pintó en la localidad en los últimos años otros murales que decoran construcciones de la parroquia, convirtiendo a Monseiro en un pequeño museo al aire libre. Estos trabajos los elabora durante sus vacaciones en Galicia en los meses de verano.

El conjunto es un canto a la cultura gallega y su pueblo. Entre las obras figura la representación de un baile típico, el pueblo realizando las labores de la siega, el transporte de la hierba en carros tirados por bueyes, campesinas lavando ropa en un río o los vecinos de Monseiro huyendo de la Santa Compaña. También está presente el drama de la emigración en un mural en el que una mujer, simbolizando a Galicia, llora por sus ciudadanos que tuvieron que irse de la comunidad.

Otro de los trabajos es un homenaje a la escritora Rosalía de Castro, cuyos versos decoran la vivienda familiar de Fermín Díaz. Parte del poema ‘Airiños, airiños aires, airiños da miña terra’ luce en la fachada de la casa, en la que también se encuentra un retrato de la autora.

Con estos murales, de grandes dimensiones, el artista resalta la cultura gallega, convirtiendo Monseiro en un pueblo singular y, ahora, ‘enmeigado’

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