Antonio Bello: "Mis cuadros llegan a todo el mundo gracias a los peregrinos"

Me siento como un testigo que observa todo lo que le rodea en el mundo. Después de un caminar por este planeta decidí regresar a mis raíces, a la parroquia de Lousada, en el ayuntamiento de Samos, y allí se desarrolló el arte que practico. Estoy muy agradecido a la vida por todos los regalos que me ha hecho

Antonio Bello López, vecino de Samos creador de cuadros con minerales. L. PORTO
photo_camera Antonio Bello López, vecino de Samos creador de cuadros con minerales. L. PORTO

EL SAMONENSE Antonio Bello se dedica desde hace más de dos décadas en su hogar de Lousada (Samos) a la elaboración de cuadros con minerales que obtiene en las montañas lucenses.

Inaugura el miércoles, a las 20.00 horas, una exposición en La Ferretería de Lugo con otros artistas.
A un amigo pintor, de Santo Domingo, le gusta lo que hacemos aquí. Después está Julio, del Val do Mao, y entre los dos me propusieron participar. Yo dejé de hacer exposiciones hace tiempo porque si tú vas a una galería, si no tiene nombre no va nadie, y si lo tiene te cobran una burrada. ¿Para qué ir si puedo vender aquí? Porque normalmente vendo aquí, con precios más económicos y los mando por correo a Estados Unidos, Europa, Canadá o Australia.

¿Tiene obras en todo el mundo?
Parece mentira que yo viva aquí (la gente puede pensar que es el fin del mundo) y tenga obras en todos los lugares, como Australia, Nueva Zelanda, Alemania, Bélgica o Estados Unidos. Para los peregrinos es una novedad encontrarse con esto. Para mucha gente tiene su valor, trabajas con materiales naturales. Tengo cuadros en todo el mundo gracias a los peregrinos, sino fuera eso, si yo viviera en un pueblo más alejado, sería casi imposible que yo pudiera vivir de esto. Aquí tengo esta opción desde hace 26 años que llevo trabajando así, con el peregrino, cuando dejé la vida que llevaba.

¿Cómo llegó a dedicarse a la creación de obras con minerales?
Fue por unas experiencias que viví en Canarias, llámales místicas, astrales o como quieras. Aquello me cambió la vida. Después hice el Camino en el 89 o 90, cuando la ruta jacobea estaba empezando, casi no había albergues, encontraba a uno que otro peregrino y vi la posibilidad de regresar a casa, pues de aquella vivía en Canarias. Aquí tengo mucho material para hacer lo que hago.

¿Galicia es un buen lugar para obtener minerales?
En esta zona de las montañas de Lugo hay mucho cuarzo e hierro. A través del tiempo, el hierro fue penetrando en los cuarzos y hay colores de muchas variedades, cosa que, por ejemplo, en Canarías no tenía porque todo era muy opaco, al ser todo volcánico.

Encontrar un chamán de verdad no es fácil porque son muy reservados, están apartados, viven con mucha simpleza, cosa que a mi me tocó mucho

¿Es complicado trabajar con los minerales?
Es una fascinación. Pasé años con una mochila, una piqueta y un coche por las montañas, ríos y minas abandonadas. Luego pude ir a América con una peregrina que pasó por aquí y hubo una historia con ella. Era una chamana, que venía de Francia y trabajaba con Alejandro Jodorowsky.

¿Vivió en América un tiempo?
Estuve allí nueve años con los chamanes, viviendo en la Amazonia, Perú y Bolivia. Allí siempre estaba conectado con ese mundo del chamanismo americano. Ahora allí va muchísima gente, por eso el chamanismo como que se deteriora porque ahora todo el mundo hace prácticas de ese tipo. Encontrar un chamán de verdad no es fácil porque son muy reservados, están apartados, viven con mucha simpleza, cosa que a mi me tocó mucho. Ellos tiene una regla que dice "en lo simple está la belleza de la vida, cuanto más simple vivas más belleza te va a rodear". Otra frase que dijeron y me tocó fue "no juzgar nada, la vida es como es, te puede gustar más o menos, pero tú no tienes ningún derecho a juzgar nada". A los diez años regresé de América y empecé en Samos de nuevo, que no fue fácil, con el mundo de los peregrinos. Trato de vivir lo más cercano posible a la naturaleza, estar en contacto con ella, disfrutar lo máximo que pueda, tengo mi huerta ecológica…

¿Usted recibe a peregrinos en su domicilio de Lousada?
Sí. Hay un tú a tú en el Camino, ya te conocen. Si viene uno aquí y le gusta el lugar se lo dice a los amigos que vienen a hacer el Camino, hay una conexión de años. Otros inconscientemente llegan aquí. Yo ya me doy cuenta, este no se perdió, vino aquí por algo, él sabrá. Es una casa privada, pero hay gente que quiere venir. Hay mucha gente que viene a vivir aquí una experiencia, una semana, dos semanas. Después hay peregrinos que vienen a quedarse.

También se dedica a la alquimia.
Ahora todo el mundo viene preguntando por la alquimia, está de moda. La alquimia existe desde tiempos inmemoriables, desde egipcios, caldeos, incas, mayas... Ahora viene la gente a querer saber de eso y es muy difícil. Yo llevo 26 años en la alquimia, con este mundo, buscando a través de los minerales. Hay varias ramas de la alquimia y a mí me tocaron los minerales, que es donde realmente está la fuerza. Lo otro se llama espaguírica. Todo esto surgió hace 26 años a través de unas experiencias místicas.

PERFIL

Antonio Bello no se considera ni un artista ni un artesano, sino "un creador". Con su mochila y su piqueta busca la materia prima para sus obras, en las que se pasa hasta un mes trabajando y que enseña a todos los peregrinos que pasan por su domicilio de Lousada. Se ve como "el guardián" de esta vivienda que construyó su padre y en la que él nació, en la que el arte y la alquimia siempre están presentes. Este samonense regresó hace más de dos décadas a su antiguo hogar después de su periplo por el mundo y allí sigue al pie del Camino Francés.

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