El amor no entiende de edades

La pareja formada por Mary López, de 82 años, y Jesús Ferreiro, de 74, selló su unión con una boda en Sarria con rituales celtas
La pareja vivió el día con mucha ilusión y rodeada de familiares y amigos. VILA
photo_camera La pareja vivió el día con mucha ilusión y rodeada de familiares y amigos. VILA

Sabido es que el amor no entiende de edades y prueba de ello es la historia de Mary López, de 82 años, y Jesús Ferreiro, de 74, que este sábado decidieron sellar su compromiso con una boda en el pazo de Treilán, en el municipio de Sarria, en un emotivo día que vivieron "con mucha ilusión", rodeados de familiares y amigos.

La novia cuenta entre risas que tanto ella como su pareja son "muy modernos", por eso no es de extrañar que se conocieran "por internet". Se pidieron amistad en Facebook y, durante unos dos años, mantuvieron conversaciones por Whatsapp, hasta que un buen día Jesús, que vivía en Lugo, decidió trasladarse a Sarria para "tomar un café" con Mary.

Se vieron en persona, se gustaron y empezaron "a salir por ahí a cenar". "Al cabo de unos meses nos hicimos pareja", rememora la sarriana. Y de eso hace ya cerca de ocho años.

Un día, hablando "de broma" con unos familiares surgió la idea de casarse tras una larga convivencia. "Venga, lo vamos a hacer". dijeron los novios. Y así comenzaron los preparativos para un enlace que se celebró este sábado por la tarde en el pazo de Treilán ante más de 70 personas.

"No es una boda, digamos, de papeles. Es una boda y punto", comenta Mary, quien llegó a la ceremonia muy elegante y en un imponente vehículo clásico, un Ford Fairlane 500. Allí le esperaba Jesús, también impecable. No faltó detalle en el enlace: ni los anillos, ni los padrinos, ni el banquete, ni el reportaje fotográfico del estudio Júpiter, ni la música.

"UN CANTO A LA VIDA". Por supuesto, tampoco faltó el oficiante, que en este caso fue el marido de una prima de la novia, quien se decantó por introducir rituales celtas al tratarse de un enlace en Galicia. "Esta celebración es un canto a la vida", declara.

"Somos gente mayor, pero con mucha ilusión de celebrar esto todos juntos", asegura Mary. Así, estuvieron rodeados de sus familiares y "amigos íntimos", quienes les desearon todo lo mejor.

"Es una boda que yo creo que no hay muchas de este estilo y nos hace ilusión tener gente", indica la novia, quien se declara una persona "muy activa".

Según explica, nació en Lugo pero pronto se trasladó a León por motivos laborales de su familia. Allí, en la localidad de Villablino, regentó durante años un negocio de perfumería, regalos y cosmética con "ocho empleados". Conoció al que fue su esposo, se casó y, al enviudar, se instaló en Sarria para estar más cerca de sus familiares (son cinco hermanos).

En el caso de Jesús, separado desde hace años, ejerció como "funcionario de telégrafos y teléfonos" hasta que le llegó el momento de la jubilación.

Ambos formalizaron este sábado su amor, en una ceremonia especial en la que confesaban estar "un poquito nerviosos", pero muy felices. Y ahora, ¿habrá luna de miel? "De momento no, pero sí pensamos viajar dentro de una temporadita", dicen.

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