La Asociación Veciñal Río Celeiro de Sarria denuncia el mal estado del antiguo cuartel de la Guardia Civil, ubicado en la Rúa Calvo Sotelo, en el barrio de A Estación, por lo que reclama la reparación del inmueble, que es de titularidad privada.
El colectivo asegura que el edificio lleva "moito tempo" abandonado y afirma que en la parte de atrás ya sufrió un derrumbe. Las puertas de los balcones se encuentran abiertas y los cristales rotos. Por ellas acceden palomas y anidan en el interior del antiguo cuartel. "Hai máis de 200 pombas bravas, que poñen todo perdido. Aniñan e crían dentro", señala.
Por ello, insta a que al menos se cierren y arreglen las puertas de los balcones para evitar así que entran las aves al inmueble, el cual se encuentra en venta.
El colectivo afirma que hace un tiempo cayeron unas losas de la vivienda a la calle Calvo Sotelo, "cerca dun coche", y teme que se produzcan nuevos desprendimientos y un accidente.
La entidad ya dio traslado del estado del inmueble al Ayuntamiento para que tome medidas, manifiesta. Desde el Concello enviaron una notificación a los propietarios a finales de 2017 en la que se les reclamó que en el menor plazo posible realizarán los trabajos necesarios para garantizar el deber de conservación y mantenimiento de la fachada del edificio.
La Asociación Veciñal Río Celeiro lamenta la mala imagen que da la vivienda, pues se ubica en una zona muy transitada por peregrinos al situarse en las proximidades de la estación de tren.
En sus inmediaciones también se ubica un solar abandonado, cubierto por la maleza, por lo que el colectivo reclama que se adopten medidas.
Según la entidad, parte de la parcela es propiedad de un particular y el resto de Renfe. Los terrenos están "cheos de maleza" e incluso esta ya invade la acera. "O recinto leva moito tempo así e encóntrase cheo de ratas. Está avisado o Concello, pero non fixeron nada", se queja la asociación, que se pregunta "que dirán os peregrinos cando chegan a Sarria por tren e ven a finca así".
El colectivo vecinal también denuncia la presencia de ratas en el río Celeiro, que se "ven saír correndo pola rúa".
