El 80% de la producción de Magnesitas de Rubián es para alimentación animal

La firma de O Incio, que exporta principalmente a Europa, reclama que la UE tome medidas ante la entrada de producto desde China

Autoridades visitando el proceso de producción de Magnesitas de Rubián
photo_camera Autoridades visitando el proceso de producción de Magnesitas de Rubián. EP

En España solo existen dos fábricas de magnesitas y una de ellas se ubica en el municipio de O Incio. Con más de medio siglo de vida, Magnesitas de Rubián, situada en Vila de Mouros, produce cada año 70.000 toneladas de magnesita, de las que el 80% se dedican a alimentación animal, mientras que la cuantía restante es para fertilizantes.

Así lo señaló este martes el director general de la empresa, Eduardo Jiménez Aguirre, en una visita a las instalaciones con motivo de la celebración de Santa Bárbara, patrona de los ingenieros de minas. En el recorrido participaron el delegado territorial de la Xunta en Lugo, José Manuel Balseiro; el subdelegado del Gobierno, Ramón Carballo; el presidente de la Audiencia Provincial, José Antonio Varela Agrelo; y agentes de la Guardia Civil.

Estos pudieron conocer de primera mano el trabajo de una empresa que exporta el 80% de su producción, mientras que el 20% restante se queda en la península Ibérica. Los principales países de destino del material de O Incio son el norte de Francia, Inglaterra, Irlanda, el sur de Alemania, Suiza y Países Bajos. También envía a Escandinavia, Emiratos Árabes y eventualmente a Suramérica, apuntó el director general de una empresa prácticamente única, pues en toda Europa solo existen siete fábricas de magnesita.

La empresa exporta a Suiza, Francia, Inglaterra, Irlanda, Alemania, Países Bajos, Escandinavia, Emiratos Árabes o Suramérica


Estas empresas tienen una "amenaza" en el producto llegado desde China, indicó Eduardo Jiménez. Se quejó de que las firmas europeas deben pagar derechos de emisión de dióxido de carbono, mientras que las chinas no lo tienen que hacer ni en su país ni cuando su producto se importa al viejo continente. Además, tampoco pagan aranceles. Consideró que se trata de «una competencia desleal» y reclamó que el gobierno de la Unión Europea tome medidas ante la entrada de magnesita desde el país asiático, tales como el pago por la emisión de dióxido de carbono.

TRABAJADORES. Eduardo Jiménez trasladó su denuncia a las autoridades, quienes recorrieron las instalaciones de Vila de Mouros. En ellas trabajan un total de 51 personas, 36 en la fábrica y otras 15 en la mina. Estas últimas pertenecen a Promotora de Minas de Carbón, una compañía vinculada a Magnesitas de Rubián.

En la explotación comienza todo el trabajo, con la perforación y la voladura. El material se transporta a una cámara en la propia mina, donde se almacena hasta su traslado a la planta en camiones. El mineral es triturado y sometido a un proceso de calcinación para obtener el óxido de magnesio o magnesia, en el que se alcanzan temperaturas de entre 950 y 1.000 grados. El producto, que se presenta en distintos tamaños de grano, es clasificado y envasado para su posterior venta.

Magnesitas de Rubián no solo trabaja con alimentación animal y fertilizantes, pues desde el pasado año también lo hace para la industria siderúrgica, en la que se utiliza el óxido de magnesio "como una mejora de escoria", señaló Eduardo Jiménez.

Según explicó, en 2016 comenzaron en O Incio con pruebas y este año comercializaron el 30% de la capacidad que tiene la fábrica para producir este material. Para 2018 prevén vender el 100% para las plantas de Asturias de Arcelor. Sin embargo, esta nueva vía de negocio es "residual", pues lo principal sigue y seguirá siendo la alimentación animal, indicó.

De cara al próximo año, las perspectivas de mercado son "estables", apuntó el director general de la planta, quien subrayó que la empresa goza de «una buena salud financiera».

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