Vecinos de A Pobra: «Estamos fartos de quedar sen luz»

Los vecinos y negocios de A Pobra denuncian daños en ordenadores o electrodomésticos por los continuos cortes del suministro eléctrico. En una farmacia tuvieron que devolver vacunas y en el garaje de un edificio sufren inundaciones

Una vecina firmando en un negocio contra los cortes de luz. PORTO
photo_camera Una vecina firmando en un negocio contra los cortes de luz. PORTO

LÁNCARA. Los vecinos y responsables de establecimientos de A Pobra de San Xiao (Láncara) están «fartos» ante los «continuos» cortes de electricidad. Denuncian que en los últimos meses se produjeron «moitos golpes de luz», que causaron daños en ordenadores o electrodomésticos de algunas viviendas y negocios.

Es el caso de un supermercado, donde se estropeó la instalación del ordenador central y tuvieron que cambiarla, explica una trabajadora. Afirma que son «horribles» los problemas de suministro porque «bloquéase a porta, a alarma salta cada vez que se vai a luz e hai que volver programala e poden estropearse os conxeladores e cámaras frigoríficas».

«Cando hai problemas a luz vai e vén por regra xeral. O día de Fin de Ano dixeron que houbo un corte porque caeu unha árbore polo vento. Este día ten unha explicación, pero o resto non», manifiesta.

Las interrupciones provocan que tiendas, bancos, bares, farmacias o el centro de salud no puedan funcionar con normalidad. «Ahora todo está informatizado y los cortes interfieren en el trabajo», indica la empleada de una farmacia, quien afirma que los golpes de luz también provocaron daños en el negocio. Estropearon, dice, las baterías externas de los ordenadores, que precisamente tienen para poder trabajar durante 20 minutos si ocurren apagones. Estos, además, pueden afectar a medicamentos de nevera, por ejemplo, las vacunas y ya tuvieron que devolver alguna, explica.

Para el responsable de una tienda son «unha vergoña auténtica» estos problemas. Cree que, en lugar de realizar una recogida de firmas contra los cortes, el alcalde debería contactar con las eléctricas. «Hai que pedir unha solución ou abrir un expediente ás empresas», opina este vecino, quien denuncia que los apagones llevaron a que se estropeara «a placa vitrocerámica e a campana extractora» de su casa porque «hai tantos vaivéns que chegan a un punto que se fastidian».

PELUQUERÍA. Otro vecino y dueño de una peluquería se queja de que los cortes provocan que se inunde el garaje del edificio en el que vive. Al haber un pozo tienen bombas de extracción y con los cortes dejan de funcionar, por lo que el domingo, con el último apagón, se alcanzaron «os catro ou cinco dedos de agua» en el aparcamiento.

En cuanto a su establecimiento, asegura que la peluquería de señora queda «inutilizada» y en la de hombres «podes facer algo». «En 32 anos que levo co negocio sempre houbo problemas, pero ultimamente hai moitos golpes de luz», afirma este empresario. Por ello, dice que aparatos electrónicos, como el solárium, no los tienen enchufados por temor a que se dañen.

Por su parte, en un bar señalan que ahora todo es eléctrico, por lo que no pueden servir cafés ni utilizar la plancha para cocinar. «Un día tiven que poñer cinco ou seis candeas e un candil para ver algo. O domingo xa non abrín ata que veu a luz», cuenta. El propietario del local critica que «hai moitos golpes de luz, pero os recibos temos que pagalos igual e para min son máis de 300 euros ao mes».

Los dos últimos cortes de varias horas de duración fueron en domingo (el 31 de diciembre y el pasado día 7), por lo que no afectaron a comercios, apunta la dueña de una tienda. Sí a peluquerías en la tarde de Fin de Año. «Miña cuñada ten unha perrucaría e tivo que buscar dous xeneradores para traballar porque un só non podía cos secadores», cuenta.

Recogidas decenas de firmas en negocios
El pleno de Láncara acordó el pasado mes de noviembre iniciar una recogida de firmas en contra de los cortes de luz. Esta se lleva a cabo en establecimientos de A Pobra de San Xiao y ya cuenta con decenas de rúbricas, las cuales serán enviadas a las empresas suministradoras para que tomen medidas, según señalaron en aquella sesión.
​Los responsables de negocios de la localidad aseguran que los vecinos firman porque «en xeral todo o pobo está mosqueado». En un bar, por ejemplo, ya tenían ayer cuatro hojas llenas de rúbricas.

 

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