SALUD

"Los trastornos alimentarios son multicausales, tienen varias raíces"

La edad de inicio de este tipo de patologías continúa cayendo, situándose ya en los 13 años. Este grupo de enfermedades tiene distintas raíces, como explican Lucía Fernández, Yésica Seijo, María Novo y Belén Vázquez, las cuatro psicólogas que integran el equipo de la Clínica Santo Domingo-Ribera Polusa.
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photo_camera Belén Vázquez, Yésica Seijo y Lucía Fernández. X. PONTE

¿Cuáles son las señales que pueden alertar sobre el inicio de un trastorno de la conducta alimentaria?

Los trastornos alimentarios implican importantes consecuencias a nivel físico, cognitivo, emocional y social. Algunas señales de alerta podrían ser una pérdida de peso injustificada u oscilaciones del mismo, conductas compensatorias, caída de cabello, mareos o amenorrea (desaparición del ciclo menstrual durante, como mínimo, tres meses consecutivos)... Son frecuentes los sentimientos de culpa después de comer, las fluctuaciones en el estado de ánimo y el aumento de la irritabilidad con personas de su entorno. A nivel social, muchas veces empiezan a aislarse y a evitar las comidas o cenas con amigos o familia. La detección temprana es fundamental en este tipo de casos.

¿Se puede hablar de algún factor de riesgo para padecerlo?

Los trastornos de alimentación suelen ser el producto final de un conjunto de factores que interactúan, entre los que encontramos factores predisponentes, desencadentantes y perpetuantes o mantenedores. Entre los predisponentes de la anorexia nerviosa, por ejemplo, destacan: el tener una edad comprendida entre los 13 y los 20 años, ser mujer, factores genéticos, un nivel sociocultural medio-alto, padecer un trastorno afectivo, padecer obesidad o antecedentes maternos de obesidad, tener antecedentes familiares con un trastorno afectivo o familiares con trastornos de la ingesta, así como la presencia de valores estéticos dominantes. Respecto a factores precipitantes o desencadenantes destacan el haber sufrido cambios corporales, un incremento de peso rápido, sufrir una enfermedad adelgazante, el incremento de la actividad física, contactos sexuales incómodos o desagradables, recibir críticas sobre el cuerpo o vivir acontecimientos vitales estresantes (separaciones, pérdidas…), entre otros. Los factores que favorecen el mantenimiento del trastorno pueden ser una interacción familiar inadecuada, el aislamiento social, la actividad física excesiva o las consecuencias de la inanición.

El aislamiento social, la actividad física excesiva y una interacción familiar inadecuada pueden favorecer el mantenimiento del trastorno

El perfil de los afectados ha ido variando con el tiempo, ¿podrían establecer el actual perfil?

No hay un perfil claro que defina a las personas que padecen estos trastornos, pero sí existen esos factores predisponentes a padecerlos, que son los mencionados previamente. Además, se podrían destacar determinados rasgos de personalidad como el perfeccionismo, la elevada autoexigencia, impulsividad y una elevada necesidad de control, así como dificultades en la regulación emocional. Estos rasgos varían en función del trastorno alimentario. 

¿Cómo valoran el impacto de la pandemia y de las medidas de restricción de relaciones sociales en relación a este problema?

Las medidas de restricción que se llevaron a cabo durante la pandemia disminuyeron la interacción con los iguales y aumentaron el tiempo en familia, haciéndose más visibles los problemas de comunicación entre los miembros y las dificultades en el manejo de conflictos cotidianos. Todo ello puede contribuir a un mayor malestar en este ámbito, que junto a la limitación del acceso a los recursos de apoyo previamente disponibles aumenta la vulnerabilidad de las personas y favorece la aparición de cambios en los hábitos alimentarios y en la frecuencia de la actividad física. 

¿Las redes sociales pueden actuar como desencadenantes? 

Las redes sociales pueden ser una vía a través de la cual las personas reciban críticas sobre su aspecto físico y otras características personales. También estas muestran con frecuencia un ideal de belleza en muchas ocasiones inalcanzable. No hay que olvidar que muchas de las imágenes que vemos en redes sociales están retocadas para eliminar aquello que cada uno elige, dando una gran importancia a lo estético. Esto puede llevar a consolidar creencias irracionales y distorsiones cognitivas que algunas personas presentan en relación al miedo a engordar, el peso y la imagen corporal, favoreciendo una idea sobrevalorada de adelgazar, psicopatología fundamental en la génesis de los trastornos de la conducta alimentaria. 

Pero la raíz del problema está en el plano psicológico de los pacientes.

El problema está compuesto de diferentes raíces, en psicología solemos hablar de multicausalidad con la influencia de factores biológicos, psicológicos y sociales. En el caso de los trastornos de alimentación no solo van a influir los recursos psicológicos de la persona sino también el clima familiar, que juega un papel muy importante en los mismos, así como los valores predominantes en el contexto social en el que se desenvuelve, entre otros.

En el proceso de recuperación también hay que incluir el trabajo con la familia del paciente

¿Cómo se aborda el proceso terapéutico de recuperación?

En nuestro centro trabajamos con equipos multidisciplinares donde colaboramos estrechamente psicólogos, nutricionistas y psiquiatras. Elaboramos un plan de tratamiento específico para la persona que incluye el trabajo con las familias, pues para nosotros la psicoeducación es un pilar fundamental en el proceso terapéutico. La persona que padece un trastorno alimentario aprende a regularse a través de la comida, es decir, regula sus emociones y conflictos comiendo en exceso, dejando de comer, controlando excesivamente su alimentación o dándose atracones. Por eso partimos de un enfoque integral donde se trabajan el apego, el trauma y la disociación. Muchas veces intervienen varios terapeutas en el mismo caso trabajando con la familia, la pareja y la persona. Se realizan supervisiones semanales dentro del equipo para hablar del seguimiento de los casos.

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