¿Cuál ha sido la evolución de las cifras de obesidad en Galicia en los últimos años?
Según los datos del Ministerio de Sanidad, Galicia presenta la tasa más alta de sobrepeso de todo el país (39,2%% de la población) y ocupa el segundo puesto en cuanto a obesidad (16,4%), cifras superadas solamente por Asturias. El problema empeora si hablamos de los datos de los más pequeños: mientras que el estudio Galinut de la Universidad de Santiago indica que la obesidad infantil se ha triplicado desde el año 1979 en la comunidad gallega, el programa Xermola de la Xunta recoge que uno de cada tres niños entre los seis y los 15 años presentan índices de masa corporal compatibles con sobrepeso u obesidad.
Los datos sobre la población infantil resultan especialmente preocupantes.
El estudio Aladino 2015 ya alertó de que en Galicia la obesidad infantil se había multiplicado por tres. En casi cuarenta años, los niños ganaron de media 7,3 kilos y su cintura aumentó entre cuatro y seis centímetros. Este incremento de la obesidad en menores se atribuye al hecho de que las dietas tradicionales han sido reemplazadas rápidamente por otras con mayor densidad energética, lo que significa más grasa y más azúcar añadido en los alimentos, unido a una disminución de la ingesta de carbohidratos complejos, de fibra y también de pescado. A esto se le suma una menor actividad física, porque los niños pasan muchas horas sentados delante de pantallas: consolas, tele o móvil.
Galicia tiene la tasa de sobrepeso más alta de España, y ocupa el segundo lugar en cuanto a obesidad
Los alimentos procesados tienen un gran peso en la dieta de muchos niños.
Los alimentos industriales sustituyen muchas veces a la comida. Las galletas, las barritas energéticas o las tortitas sustituyen al pan de toda la vida; los quesitos y los yogures bebibles sustituyen a la leche; los zumos industriales o caseros sustituyen a la fruta...
A veces, la obesidad no solo se debe a un patrón dietético inadecuado, ¿cuáles son las otras causas que la provocan?
Indudablemente, la obesidad aparece por un desequilibrio entre lo que ingerimos y lo que gastamos, pero este desequilibrio es multifactorial e intervienen desde factores genéticos a consumo de fármacos, enfermedades que disminuyen o enlentecen el gasto energético y un largo etc. La obesidad se debe a factores tanto personales como ambientales, pero excepto en algunos casos poco frecuentes, la causa fundamental es un hábito de vida poco saludable, con ingestas inadecuadas y patrones cada vez más sedentarios. Aquí tenemos que hablar de que existen barreras ambientales que dificultan el acceso a hábitos de vida saludables, como el precio de los alimentos, la publicidad , el etiquetado, las dificultades financieras o la falta de conocimiento y tiempo para preparar menús saludables. En cuanto al sedentarismo, cuatro de cada diez gallegos y gallegas lo son, y seis de cada diez no realiza ningún ejercicio físico durante su tiempo de ocio.
Seis de cada diez gallegos no realiza ningún ejercicio físico en su tiempo de ocio
¿Cuáles son los problemas que la obesidad causa por sí misma?
El exceso de peso no es un mero problema estético, sino una auténtica enfermedad que dispara el riesgo de padecer muchas otras, desde la diabetes tipo 2 a distintos tipos de cáncer y patologías cardíacas que aparecen cada vez a edades más tempranas. De hecho, se empieza a observar un aumento de las cifras de tensión arterial y también de patologías típicas de adultos con sobrepeso en los niños.
Todas esas patologías que están relacionadas con la obesidad son graves.
Sí, las enfermedades relacionadas con esta circunstancia son múltiples y graves, destacando la enfermedad cardiovascular, ya que es la causa fundamental de muerte en personas obesas. Además, un índice de masa corporal elevado puede estar relacionado con una mayor incidencia en varios tipos de cánceres, como los de esófago, colon, hígado, vías biliares, páncreas, riñón, mama y útero. También está conectada con patologías como la artrosis, el síndrome de apnea del sueño, la infertilidad, enfermedades hepáticas como el hígado graso, la depresión y otras enfermedades psiquiátricas.
En todas las enfermedades la prevención juega un papel clave, ¿cómo debería actuarse en esta a nivel preventivo?
Es fundamental la modificación del estilo de vida, que debe iniciarse desde la infancia: en casa y en el comedor escolar, intentado favorecer el consumo de frutas y verduras de temporada, evitando la bollería y las comidas rápidas. Los niños aprenden lo que ven, por eso es muy recomendable realizar al menos una comida del día en familia. También debemos favorecer la actividad física, intentando ir caminando al colegio y a las actividades extraescolares, realizar algún deporte y evitar las largas horas de televisión y videojuegos. En otro ámbito, es importante poner veto a la publicidad engañosa que nos presenta alimentos procesados con grasas saturadas, nada saludables, como productos beneficiosos y que nos muestra escenas para llevarnos a creer que con su consumo vamos a ser más sanos, más felices o mejor aceptados por la sociedad. Y algo muy importante desde mi punto de vista es el reconocimiento de la obesidad como una enfermedad y el financiamiento de los fármacos dirigidos a su tratamiento.
Ahora se está hablando mucho del Ozempic, un fármaco para la diabetes que también parece ser efectivo contra la obesidad. ¿Cómo lo valoran?
El Ozempic es un fármaco empleado en el tratamiento de la diabetes que además de ayudar a controlar la glucemia, favorece la pérdida de peso, algo importantísimo en la mayor parte de las personas con diabetes. Estos resultados han llevado a su uso por personas sin diabetes que quieren bajar peso, lo que ha producido un desabastecimiento a nivel mundial de estos fármacos. No es un fármaco que haya sido aprobado para su uso por personas no diabéticas y, por tanto, no debe emplearse en ellas. Existen otros fármacos de la misma familia, en este caso de inyección diaria y a otras dosis, que sí están aprobados para el tratamiento de la obesidad, aunque desgraciadamente no financiados.
Existen otros fármacos de la misma familia que el Ozempic que sí están aprobados para tratar la obesidad
¿En qué casos se aconsejan sistemas más agresivos, como el balón intragástrico o la reducción estomacal?
Las técnicas más invasivas, como el balón intragástrico y la cirugía bariátrica, están indicadas en obesidades de grado 4 (con un índice de masa corporal superior a 40) o de grado 3 en las que existen otras enfermedades asociadas susceptibles de mejorar sustancialmente con el procedimiento, como apnea del sueño grave o una diabetes mal controlada.