Margarita López Rouco: "Se investiga el uso de cannabinoides para tratar dolencias neurodegenerativas"

La controversia sobre la legalización de la marihuana se reaviva periódicamente. Y mientras unos debaten, las tiendas de venta de productos de cannabidiol (CBD) florecen incluso en ciudades pequeñas como Lugo. Del CBD, no psicotrópico y el principal componente del cannabis, se estudia su potencial terapéutico. Pero aún faltan ensayos clínicos definitivos, como señala esta especialista en Anestesiología.​ 
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photo_camera La doctora López Rouco, en los pasillos del Hula. SEBAS SENANDE

Hay personas que defienden que la marihuana no tiene un impacto perjudicial sobre la salud, algo que no pasa con otras drogas. ¿A qué cree que se debe?
Me resulta sorprendente que sea así, cuando es de sobra conocido que tenemos socialmente admitidas drogas de abuso con consecuencias tan o más deletéreas que las que origina el cannabis. El consumo de cannabis se sitúa en tercera posición tras el alcohol y el tabaco; todas ellas con inicio en edades tempranas de la vida. La baja percepción del riesgo asociado a su consumo y la fácil accesibilidad a las mismas pueden ser factores determinantes.

¿Cuáles son los efectos negativos del cannabis?
Los primeros registros sobre el uso recreativo y terapéutico del cannabis aparecen ya en textos chinos y griegos de hace más de 2.500 años; sin embargo, hemos tenido que esperar a la segunda mitad del siglo XX para aislar la inmensa cantidad de principios activos que contiene la planta y, sobre todo, para conocer su mecanismo de acción y las posibles consecuencias derivadas de su uso. Nuestro organismo es capaz de sintetizar una serie de sustancias que comparten similitudes químicas con los compuestos obtenidas de la planta a través del sistema cannabinoide endógeno, que está implicado en numerosas funciones fisiológicas  ( neurológicas, endocrinológicas, inmunitarias..) y del desarrollo inicial del embrión. Entre los efectos negativos más frecuentes asociados al consumo de cannabis se encuentran los neurológicos (cognitivos, de alteraciones del comportamiento, alteraciones psíquicas, deterioro de la coordinación, trastornos del sueño…), respiratorios (ocurren cuando el preparado de cannabis se fuma o vapea, que se comporta como un importante irritante de las vías aéreas ya que contiene productos similares a los encontrados en el humo del tabaco), cardiovasculares (favorece la aparición de arritmias cardíacas, hipertensión y, como consecuencia, de infarto agudo de miocardio; además de aumentar los eventos agudos a nivel cerebral), alteraciones digestivas, endocrinológicas… Aquí es necesario aclarar que los efectos negativos asociados al uso de cannabis recreativo, con frecuencia, se extrapolan al uso medicinal; pero no existe esta relación directa puesto que las formas y pautas de administración y consumo distan mucho de ser idénticas.

El cannabis es la tercera droga de abuso más consumida, tras el alcohol y el tabaco. Todas con inicio en edades tempranas

Uno de cada tres adolescentes europeos de 15 y 16 años reconoce haber probado el cannabis. ¿El consumo a esas edades tiene consecuencias añadidas a las que presenta durante la edad adulta?
Se conoce que el cerebro humano está en continuo desarrollo hasta aproximadamente la edad de 25 años, y hasta esa edad es más propenso a sufrir daños por el consumo de drogas de abuso en comparación con el cerebro del adulto. Existe una mayor dificultad para el aprendizaje, una mayor tendencia a otras adicciones y una relación directa con el desarrollo de cuadros psicóticos, que a veces son el inicio de una esquizofrenia.

Últimamente se ha popularizado el cannabidiol (CBD) para combatir el estrés y la ansiedad, ¿qué opinión le merece?
El cannabidiol es un compuesto natural, sin efectos psicoactivos; el más ampliamente investigado y al que se le reconocen propiedades analgésicas, ansiolíticas y antiinflamatorias sustentadas por gran variedad de estudios preclínicos. Ahora se necesitan estudios clínicos que confirmen este comportamiento y que permitan constatar sus beneficios clínicos por encima de sus efectos indeseables. Pero muchos preparados comerciales son mezclas de cannabidiol (CBD) y tetrahidrocannabinol (THC), que posee efectos psicoactivos y gran capacidad adictiva, lo que desvirtúa el efecto buscado.

Hasta los 25 años, el cerebro humano es más propenso a sufrir daños por el consumo de drogas de abuso

Uno de los usos terapéuticos de la marihuana es el tratamiento de las náuseas y vómitos inducidos por la quimioterapia en pacientes oncológicos. La FDA lo ha aprobado en EE.UU., ¿en España se puede emplear en ese caso?
Es conocida la eficacia del cannabis en el control de una serie de síntomas asociados al tratamiento del cáncer; y aunque la situación jurídica actual en España no respalda su uso terapéutico, en algunos casos cuenta con el apoyo de asociaciones de pacientes. Esto permite su utilización sin caer en la ilegalidad.

¿Aquí se está usando con algún fin terapéutico?
En la actualidad, el uso del cannabis medicinal no está legalizado en España. Sin embargo, sí hay dos medicamentos autorizados, de dispensación en la farmacia hospitalaria y siempre con prescripción médica; el Sativex, que se usa para mejorar los síntomas relacionados con la rigidez muscular (‘espasticidad’) de los pacientes con esclerosis múltiple, y Epidiolex, indicado para tratar las manifestaciones epilépticas relacionadas con dos enfermedades neurodegenerativas que afectan a niños menores de dos años.

El profesor de la universidad de Israel Raphael Mechoulam creía que podría servir para prevenir el alzhéimer. ¿Cómo está esa línea de investigación?
Mechoulam, recientemente fallecido, era un bioquímico clínico, reconocido como el padre de la investigación en cannabis, al que se le debe el descubrimiento del primer principio activo de la planta de cannabis, el tetrahidrocannabinol (THC) en los años 60 del siglo XX. Las enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer o el párkinson se caracterizan por ser procesos inflamatorios y de disregulación de las funciones neuronales. Por otro lado, como apuntamos previamente, nuestro sistema cannabinoide endógeno juega un papel muy importante en funciones fisiológicas de regulación y protección neuronal, por eso existe una esperanza en el uso de cannabinoides como potencial tratamiento y prevención de esos desórdenes neurológicos.

 Hay casos en los que se ha visto que pacientes con TDAH logran normalizar su conducta con el CBD

Hay padres de niños con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) que prefieren usar medicamentos cannabinoides a los que tradicionalmente se recetan para este problema, alegando que tienen menos efectos secundarios.
El TDAH es un trastorno conductual que afecta gravemente al rendimiento académico y a las habilidades sociales y para el que hay  tratamientos efectivos reconocidos. Pero estos no siempre tienen una buena tolerancia y además existe un grupo de pacientes que no responden a ellos, o lo hacen parcialmente, volviéndose necesario buscar nuevos enfoques terapéuticos, y entre ellos está el uso de CBD. Es preciso, de todos modos, contar con más ensayos clínicos que aporten datos definitivos sobre su efectividad, aunque en muchos casos se ha visto que estos pacientes logran normalizar su conducta.

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