Los cuatro errores que los pacientes de medicina estética no deben cometer

La demanda de tratamientos estéticos despidió el 2022 dibujando una curva ascendente, con las expectativas de que la tendencia se mantenga durante este año. Esa mayor demanda tiene su reflejo en una mayor oferta y, paralelamente, en la necesidad de que los usuarios acudan a la consulta bien informados.
Mejorar la piel con Medicin
photo_camera La doctora Moraes, realizando un tratamiento. AEP

Graziella Moraes es médica estética, especialidad que conoció de la mano de una amiga. Ese nuevo universo le gustó y se animó a cursar el máster en medicina estética, que "me cautivó de tal manera que la convertí en mi profesión". Al principio trató de compaginar esta vocación con su trabajo como médico de familia "pero llegó un momento en que tuve que decidir y me decanté por este campo". Y eso es lo primero de lo que debe asegurarse el paciente: de la formación de quien lo va a atender. Como explica la doctora Moraes "en primer lugar tienes que ser licenciado en medicina y, posteriormente, especializarte a través de un máster en medicina estética, acreditado y avalado. A mayores, es muy importante estar en constante formación en técnicas, productos y tecnologías a través de cursos".  Buena conocedora del momento que vive el sector, la especialista alerta a los pacientes sobre los cuatro errores que no deben cometer cuando deciden recurrir a servicios de medicina estética.

No informarse bien sobre la clínica a la que se acude

Los usuarios deben resolver todas las dudas y conocer los detalles sobre los procedimientos de quien los va a atender, como explica la doctora Moraes: "Los centros médico estéticos debemos cumplir una serie de requisitos, entre ellos el registro sanitario, que nos habilita a ejercer la medicina en nuestras instalaciones. Además es importante saber quién nos va a atender". 

El profesional también debe explicar al usuario, con detalle y detenimiento, los distintos pasos del procedimiento, dándole la confianza suficiente para realizar cualquier pregunta, ya que "una parte importante en medicina estética es la confianza y la comunicación entre médico y paciente. A mí me gusta ser muy sincera y clara y, si algo no se puede conseguir con medicina estética y requiere de cirugía lo digo, igual que cuando buscan unos resultados no realistas. A partir de ahí, entre los dos elaboramos el plan de tratamiento. La máxima debe ser la belleza natural: realzar el potencial que existe en cada persona sin cambiar sus rasgos para obtener su mejor versión". 

Buscar el precio más bajo

El precio es muy importante, como reconoce la doctora Moraes, aunque anima a "desconfiar de los descuentos excesivos, las gangas y las clínicas que ofrecen packs con un precio muy bajo. Las ofertas siempre son tentadoras, pero en medicina estética pueden ser peligrosas. Cuando veamos un coste muy reducido en un tratamiento que sabemos que habitualmente cuesta mucho más tendríamos que preguntarnos por qué cuesta menos ahora. Esto puede ser por la calidad de los productos, por el tiempo que los profesionales nos van a dedicar o por el seguimiento que se haga después".

"La medicina es un sector delicado en el que creemos que no se puede jugar con los precios para captar clientes, ya que los tratamientos requieren de productos, tecnologías y profesionales formados en los que hay que invertir", justifica. 

No realizar un diagnóstico previo

Hacer una valoración previa de la zona a tratar es otro requisito básico para que todo vaya bien, como indica esta profesional: "Para poder prever la evolución y los resultados es conveniente un primer diagnóstico que establezca cuáles son los problemas de la piel antes de intervenir». Para entenderlo mejor explica que «muchas veces nos pasa que, por ejemplo, viene un paciente decidido a hacerse un tratamiento de relleno en el surco nasogeniano, la llamada línea de marioneta; pero al hacerle el diagnóstico vemos que lo que le hace falta realmente es reposicionar los pómulos para que esa línea no se le marque tanto. Por eso es importante ver el rostro en conjunto, porque en ocasiones el origen del problema es otro diferente al que podemos pensar. Y lo mismo ocurre con el estado de la piel: ver qué tipo de piel tiene el paciente y su estado (si está deshidratada, si es fina, si es grasa…) nos va a afectar muchísimo a la hora de intervenir".

Esto mismo es aplicable a los tratamientos corporales: "Vemos a muchas personas preocupadas porque tienen cúmulos de grasa en una zona concreta, pero lo que no ven es que, además de grasa, hay flacidez y celulitis y el abordaje debe ser global para que el resultado sea satisfactorio".

Cuidarse por fuera y olvidarse de hacerlo por dentro

La medicina estética es, como su nombre indica, medicina, y por eso su prioridad será siempre la salud, como remarca la doctora Moraes: "De nada sirve maquillar los defectos de la piel si no invertimos en cuidarla desde el interior. Y eso es algo que hemos notado que está cambiando poco a poco. Antes, a nuestras pacientes (cada día tenemos más hombres, pero el 90% siguen siendo mujeres) les costaba preocuparse por la salud de su piel y tenían como única preocupación corregir las arrugas o las líneas de expresión. Ahora siguen queriendo corregir las imperfecciones, pero también buscan ese algo más".

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