Copa menstrual: cada vez más mujeres la usan, pero muchas aún tienen dudas

Este dispositivo pensado para recoger la sangre de la menstruación desde el interior de la vagina debe estar hecho de silicona o de plástico de grado médico. No provoca alergias ni alteraciones de la flora vaginal
Una copa menstrual. EP
photo_camera Una copa menstrual. EP

Hace varios años que se ha puesto de moda entre las mujeres el uso de la copa menstrual para sustituir a los famosos tampones. Es cierto que es un dispositivo con amplios beneficios, pero para poder usarla hay que estar bien asesorada, así que en el siguiente artículo hablaremos de algunos de los elementos más importantes a tener en cuenta a la hora de usar la copa menstrual.

¿Qué es?

La copa menstrual es un dispositivo hecho de silicona o plástico de grado médico que normalmente tiene forma de campana o de disco y que se utiliza para recoger la sangre de la menstruación. Cuando te planteas iniciarte en el mundo de las copas menstruales son muchos los miedos que te asaltan: ¿será fácil encontrar un sitio público para quitarla y lavarla?, ¿la notaré cuando esté puesta?, ¿tendré fugas de sangre mientras la llevo puesta? Cuando empiezas a usarla, lo primero que te das cuenta es que no necesitas cambiarte tanto como cuando usas tampones o compresas, por lo que la necesidad de encontrar sitios para hacerlo es pequeña; es más, muchas mujeres pueden estar hasta ocho horas sin necesidad de vaciarla. Pero es cierto que necesitas saber el tamaño que necesitas para conseguir que la copa no deje escapar ni una gota de sangre y que no la notes ni durante los ejercicios de mayor intensidad.

Por norma general, estos son los factores que debemos tener en cuenta para escogerla, aunque no siempre son determinantes:

  • Altura de la copa. Esta estará determinada por la altura del cuello del útero, esa especie de bolita que notarás al fondo de tu vagina, que dependiendo del momento del ciclo en el que estés lo encontrarás más o menos alto. Al introducir los dedos en la vagina podrás medir la altura que necesitas en tu copa: si tienes un canal vaginal poco profundo deberías usar una copa no muy larga, porque puede llegar a sobresalir de la vagina, y si el canal es largo deberás usar una copa más alargada.
     
  • Diámetro vaginal. Las mujeres que no hayan tenido hijos es más probable que tengan más replegadas las paredes vaginales, por lo que necesitarán un diámetro menor que las que sí han tenido hijos, sobre todo si el parto fue por vía vaginal, aunque esto no siempre es así. Cuando introduzcas los dedos observa cuánto diámetro tiene tu canal para escoger el tamaño de copa ideal.
     
  • Firmeza de la copa, que estará marcada por el material con el que esté fabricada. Si eres una mujer deportista y, sobre todo, si practicas ejercicios de alto impacto te recomiendo una firmeza alta, pero si presentas algún tipo de cicatriz interna o endometriosis debería ser más blandita.

Colocación y extracción

Para introducir la copa menstrual en la vagina existen varias posibles maneras de hacerlo:

  • Doblándola en forma de V.
     
  • Doblándola en forma de C.

Una vez insertada, sin que sobresalga pero sin introducirla tanto como un tampón y dependiendo de su grado de flexibilidad, esta se abrirá completamente hasta conseguir su sellado a las paredes vaginales. Para asegurarte de que la copa se ha abierto totalmente y se ha producido este sellado deberás cogerla por el tallo (el rabito en la parte de abajo y que, si en tu caso sobresale demasiado o te molesta, puedes incluso cortar) e intentar girar levemente hacia un lado y hacia el otro la copa hasta provocar su total apertura, o bien introducir un dedo y rodear la copa para comprobar que en efecto no presenta ninguna doblez.

Cuando el sellado a las paredes vaginales ha provocado el vacío, deberás introducir un dedo, apretar levemente la copa hasta romper ese vacío y tirar suavemente del tallo o del anillo que algunos modelos tienen en su extremo inferior hasta su total extracción. ¡Ojo!, nunca extraigas una copa menstrual tirando de su extremo en forma de palito, bolita o aro. Siempre debes romper el vacío que se haya producido con las paredes de la vagina antes de tirar.

Debes lavarte las manos antes de manipular, introducir o extraer tu copa menstrual. Además, te recomiendo que laves con agua caliente y jabón la copa menstrual antes y después de cada uso. No uses productos desinfectantes o agresivos como la lejía, ya que no son necesarios y dañarán tu copa, además de que pueden modificar tu flora vaginal, provocando la irritación de la misma.

En el mercado encontrarás algunas copas que se pueden hervir para desinfectar, pero lee siempre las instrucciones para informarte bien, ya que depende del material del que esté fabricado cada modelo. Cuando te encuentres en un lugar público donde no es fácil lavar la copa te recomiendo que al sacarla la limpies con una toallita húmeda o, directamente, con papel higiénico. En caso de que no tengas ninguno de estos elementos puedes volver a colocarla directamente siempre y cuando no haya tocado ningún tipo de superficie como puede ser el baño o el suelo... en ese caso debemos hacer una buena higiene con agua y jabón. Pero recuerda que la copa tiene hasta tres veces más capacidad de retención que un tampón, por lo que es poco probable que tengas que vaciarla fuera de casa.

Ventajas e inconvenientes

La copa menstrual cuenta con muchas ventajas en lo que a su uso se refiere:

  • No reseca las paredes vaginales. La copa no absorbe el flujo que protege la mucosa vaginal, que mantiene su humedad y nos protege frente a las infecciones.
     
  • Respeta y no altera la flora vaginal. Al no absorber la mucosidad vaginal ni resecar la vagina, la flora se mantiene estable.
     
  • No provoca alergias. Cuando está fabricada (asegúrate de que así es) en silicona o plástico de grado médico son hipoalergénicas.
     
  • Gran durabilidad. Tiene una vida mínima de un año y puede durar hasta diez si sigues las recomendaciones de limpieza y mantenimiento del fabricante. Por ello, son ecológicas y mucho más rentables económicamente que tampones y compresas.

En cuanto a sus inconvenientes, el mayor es el peso que genera sobre el suelo pélvico y, aunque es cierto que puede dejarse puesta todo el día, no deja de ser un elemento que hace que nuestro suelo pélvico se canse. Yo te recomiendo que la uses combinada con compresas de tela para seguir evitando las compresas y los tampones convencionales.

ℹ Más información
Clínica Concepción Arenal
Teléfono: 982 28 01 50
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