Álvaro Seijas: "En algún tipo de artritis idiopática juvenil se logra un 50% de remisiones"

Los niños y los adolescentes también pueden tener artritis. O lupus, o psoriasis. Los más jóvenes no están libres de sufrir una patología reumática, aunque erróneamente se piense que no es así, una realidad sobre la que trata de concienciar este lunes, Día Mundial de las Enfermedades Reumáticas en la Infancia y la Adolescencia. El matiz positivo lo aporta este especialista en Reumatología en el Hula: un diagnóstico precoz puede cambiar totalmente la evolución de la enfermedad.
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photo_camera Álvaro Seijas López. X. PONTE

Se tiende a pensar que las enfermedades reumáticas son exclusivas de personas de edad avanzada, cuando también afectan a la población pediátrica y juvenil. ¿En qué porcentaje?
Sí, es así, las enfermedades reumáticas pueden afectar a cualquier tramo de edad, incluidos niños y adolescentes. En la etapa infantil presentan características propias en cuanto a síntomas, diagnóstico, tratamiento y pronóstico. En España, entre 8.000 y 10.000 niños presenta alguna patología reumatológica, siendo la más frecuente la artritis idiopática juvenil (AIJ), que representa el 70-75% de la causa de artritis en la infancia y adolescencia.

La detección precoz resulta fundamental.
Sí, en las enfermedades reumáticas que afectan a los niños es fundamental ese diagnóstico precoz, siendo nuestro objetivo inicial controlar la patología para que el desarrollo del menor no se vea afectado. Si el diagnóstico se consigue de inicio, comenzaremos antes el tratamiento y la remisión de la enfermedad será más fácil de conseguir. De esta forma habrá más posibilidades de evitar que la enfermedad llegue a la etapa adulta.

En España, entre 8.000 y 10.000 niños sufren alguna patología reumatológica

¿Cuáles son las dolencias que ven en la consulta de reumatología pediátrica?
Hay algunas muy raras, como las miopatías, y otras más frecuentes, como la artritis idiopática juvenil (AIJ), que en España puede afectar a uno o dos de cada mil niños. Existen otras enfermedades autoinmunes, también presentes en el adulto, que podemos ver en la población infantil y juvenil, como el lupus eritematoso sistémico o la esclerodermia. Además, en los  últimos años y de la mano de los avances en estudios genéticos, empezamos a valorar y tratar enfermedades autoinflamatorias.

¿Este grupo de enfermedades tiene algún componente genético?
Algunas de las enfermedades mediadas por el sistema inmune tienen una predisposición a aparecer en varios miembros de la familia. Por ello, y aunque en la mayoría de los casos este componente familiar no se asocia a un gen específico, sí que es importante conocer si existen antecedentes en la familia de artritis reumatoides, lupus eritematoso sistémico, psoriasis, espondiloartropatías, enfermedad inflamatoria intestinal y otras dolencias autoinmunes. Sí puede existir alguna alteración genética en el caso de las enfermedades autoinflamatorias (síndromes de fiebre periódica) o en las enfermedades primarias óseas, como el síndrome de Marfan o la osteogénesis imperfecta.

¿En qué consiste la artritis idiopática juvenil?
La artritis idiopática juvenil (AIJ) son, en realidad, un grupo heterogéneo de enfermedades inflamatorias. Es la causa más frecuente de artritis en la infancia y se caracteriza de forma común por dolor, tumefacción y rigidez articular con una duración superior a seis semanas y una edad de inicio anterior a los 16 años. Existen dos tramos de edad en los que se presentan picos de la enfermedad:  entre los dos y los cuatro años, y de los ocho a los 12 años.

Algunas enfermedades autoinmunes tienen predisposición a aparecer en varios miembros de la familia

¿Hacer un diagnóstico en esas edades es más complicado?
Los principales síntomas son el dolor, la hinchazón y el aumento de calor en la articulación, además de presentar rigidez y dificultad para realizar movimientos. En este sentido, muchas veces los niños se quejan poco, y lo que hacen es dejar de utilizar la articulación que les molesta y negarse a caminar, por ejemplo. En otras ocasiones el comienzo de la clínica es brusco y grave, con importantes síntomas sistémicos como malestar general, postración, fiebre elevada, muchas articulaciones afectadas o manchas en la piel.

¿Qué complicaciones pueden presentarse?
Algunos tipos de artritis idiopática juvenil pueden causar inflamación ocular en forma de uveítis, que a menudo no presenta síntomas. Por eso son importantes las revisiones periódicas, ya que esta afectación podría amenazar la visión del niño. Las complicaciones también pueden provocar una talla baja o alteraciones en el crecimiento localizado en aquellas articulaciones que presentaban inflamación de manera crónica. Esto puede llevar al desarrollo de discordancia en la longitud ósea de las extremidades, con el posible desarrollo de cojera si afecta a las piernas. Además vemos que en aquellos niños con enfermedad activa, la limitación de la movilidad provoca atrofia y debilidad muscular, con aumento en la fragilidad ósea y en el riesgo de fracturas. En aquellos pacientes que requieren altas dosis de corticoides para el tratamiento pueden desarrollarse otros cambios, como la ganancia de peso o hirsutismo (crecimiento excesivo de vello).

Son cambios que pueden afectar a la autoestima de los pacientes.
Sí, el ámbito psicológico es de especial importancia, sobre todo en la adolescencia. Estas enfermedades favorecen la disminución de la autoestima y el establecimiento de relaciones con otras personas, por la susceptibilidad que se tiene en esta edad a verse afectado por la incertidumbre de una enfermedad crónica.

Las complicaciones de la artritis idiopática juvenil pueden provocar una estatura baja

Ahora, con los fármacos biológicos, el abanico de tratamientos disponibles es mucho más amplio.
Actualmente se dispone de un arsenal terapéutico muy amplio y seguro que permite que nuestros pacientes hagan vida normal. Los medicamentos más frecuentemente empleados incluyen antiinflamatorios no esteroideos, corticoides y fármacos modificadores de la enfermedad, como el metotrexato. Además, los fármacos biológicos han supuesto una auténtica revolución en el tratamiento de los pacientes con artritis idiopática juvenil. Su aparición ha cambiado completamente el pronóstico, ya que nos dota de herramientas muy efectivas para controlar la inflamación que presentan estos niños.

¿Es posible lograr con ellos una remisión de la enfermedad?
La evolución de los pacientes con AIJ varía mucho dependiendo del grado de afectación, de la categoría clínica y de la respuesta que consigamos al tratamiento. La artritis idiopática juvenil oligoarticular tiene mejor pronóstico, con un 50% de remisiones a los cinco-diez años de inicio. Es fundamental la identificación de enfermos con características de mal pronóstico, como son la afectación de muchas articulaciones al debut, actividad persistente en los primeros meses y necesidad de altas dosis de corticoides. En el momento actual, en torno a un 40 a 50% de los niños precisará continuar con tratamiento en la edad adulta.

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