El conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, aseguró que la Xunta y el Gobierno central pedirán una reunión con el Icomos (Consejo Internacional de Monumentos y Sitios) de la Unesco para saber cómo corregir los puntos débiles de la candidatura de la Ribeira Sacra a Patrimonio de la Humanidad, retirada el pasado mes de junio. Esperan que tal encuentro pueda celebrarse en el próximo mes de septiembre.
En respuesta a sendas interpelaciones de BNG y PSdeG en el pleno del Parlamento gallego, Rodríguez justificó la retirada "estratéxica" y puntual de la candidatura, que se hizo de manera conjunta con el Gobierno central tras un informe negativo del Icomos, organismo asesor de la Unesco en el trámite de evaluación de las propuestas.
Román Rodríguez aseguró que esto no significa que haya que "soterrar o proxecto", sino que la Xunta va a seguir trabajando con "humildade, seriedade e optimismo" para corregir la propuesta, al tiempo que avanzó que se ejecutan nuevas acciones para respaldar el reconocimiento.
El conselleiro anunció que se espera terminar este año el proceso para la declaración del románico de la Ribeira Sacra como un conjunto de Bien de Interés Cultural
ROMÁNICO. El conselleiro anunció que se espera terminar este año el proceso para la declaración del románico de la Ribeira Sacra como un conjunto de Bien de Interés Cultural (BIC).
Además, los técnicos de los gobiernos autonómico y central van a comenzar a trabajar en septiembre para darle forma a la dinámica paisajística de la candidatura de la Ribeira Sacra, no como fósil o estática, sino como dinámica.
Rodríguez apuesta por esta última visión, en la que cualquier infraestructuras humana "nin é mala ou boa en si mesma", sino que incluso puede mejorar el paisaje, en velada referencia a las presas de los ríos Sil y Miño.
CRÍTICAS. La diputada del PSOE Noa Díaz ha criticado la acción de la Xunta en este asunto, y que bastante se hizo desde el Gobierno central en apoyar un expediente que, por lo que se ha visto, no estaba a la altura de las posibilidades.
Tanto Díaz como la diputada del BNG Mercedes Queixas han reclamado más transparencia a la Xunta sobre este proyecto y colaboración con la población, las administraciones de la zona y las asociaciones locales.
Para Queixas la retirada del proyecto es una "vergoña colectiva" cuya responsabilidad es de la Xunta porque presentó una candidatura incompleta, falta de rigor e incoherente, por lo que ha pedido al conselleiro una "profunda autocrítica e moita humildade".
