La Xunta declara BIC la Ribeira Sacra para que opte al Patrimonio Mundial

El Consello de Goberno así lo dictaminó en la reunión que celebró este jueves

Vendimia en la Ribeira Sacra. EP
photo_camera Ribeira Sacra. EP

El presidente del Gobierno gallego, Alberto Núñez Feijóo, destacó la aprobación del decreto por el que se declara Ben de Interese Cultural (BIC) el paisaje y elementos que conforman la Ribeira Sacra, paso previo para que pueda optar a Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.

El Consello da Xunta así lo dictaminó en la reunión que celebró este jueves, lo que permite, según Feijóo, acreditar los valores excepcionales del territorio y garantizar el máximo nivel de protección para un conjunto cuya extensión se acerca a los 180 kilómetros cuadrados.

El responsable de la Xunta mostró su satisfacción por el trabajo llevado a cabo por los técnicos de la Consellería de Cultura y el resto de agentes implicados en este proceso, ya que, subrayó, se logró reducir de dos a un año el plazo de tramitación.

Y es que a lo largo de análisis del expediente, además de ambos informes de la Real Academia de Bellas Artes y del Consello da Cultura Galega, se recibieron 29 alegaciones, de las cuales 23 fueron estimadas total o parcialmente.

El titular del Ejecutivo autonómico precisó que en virtud de este decreto quedas establecido que el paisaje cultural de la Ribera Sagrada abarca parte del territorio de 22 ayuntamientos de las provincias de Lugo y Ourense en dos zonas diferenciadas: la del BIC; y la de protección.

Además, se incluyen una serie de bienes individuales, Son los que disfrutan ya de la máxima protección, en total 70 BIC entre inmuebles (58), muebles (3) y manifestaciones del patrimonio inmaterial (9). Hay también 512 bienes inmuebles catalogados en el ámbito del paisaje cultural de la Ribeira Sacra, es decir, que se sitúan dentro de la zona BIC y de protección del bien que se declara por el presente decreto.

Las cifras no se quedan ahí, pues entran 634 bienes inmuebles de carácter sagrado catalogados en el conjunto del territorio, como capillas, iglesias o ermitas.

El decreto aprobado este jueves establece un régimen de protección general de los bienes integrados en el paisaje cultural, que responde al régimen legal ya existente y regula la zona de protección, así como otro específico para el paisaje cultural, que requerirá autorización para actuaciones mayores cómo nuevas construcciones, infraestruturas e instalaciones, la reconstrucción de casas o la modificación de la estructura tradicional en grandes superficies.

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