La Xunta de Galicia construirá un acceso provisional a Folgoso do Courel para garantizar las comunicaciones y la movilidad en la comarca tras venirse abajo 200 metros de la carretera LU-651, que permanece cortada. El presupuesto para este proyecto superará los 770.000 euros. La idea es que en verano pueda estar habilitada al tráfico la nueva vía.
En la tarde de este lunes, la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, mantuvo una reunión con la alcaldesa de Folgoso do Courel, Lola Castro, y el delegado territorial de la Xunta en Lugo, Javier Arias, en la que abordaron la situación tras el suceso ocurrido el pasado 20 de marzo. El desprendimiento tuvo lugar a la altura del kilómetro 18, en Santa Eufemia. La carretera en cuestión es la principal vía de acceso a O Courel desde Quiroga.
"É unha moi boa nova para nós, porque queda moito tempo de espera ata arranxar o treito de estrada afundida", valoró la regidora courelá. Desde la Xunta señalaron en su día que las obras para subsanar el hundimiento pueden demorarse hasta los 18 meses. "Non podiamos agardar tanto, necesitabamos un sitio por onde puideran pasar de xeito seguro camións ou autobuses", expresó Lola Castro.
El corte de la LU-651 obliga actualmente a tomar un desvío por una vía secundaria que pasa por Vidallón y A Campa. Es una infraestructura de una pendiente pronunciada, además de estrecha y sinuosa, lo que dificulta enormemente la circulación, sobre todo de vehículos pesados. A pesar de estar bien asfaltada e indicada, el tiempo de viaje se alarga debido a las necesarias precauciones al volante a las que obliga.
El nuevo acceso. Para la Xunta, habilitar un paso provisional es la alternativa "máis eficiente a curto prazo" y garantiza unas buenas comunicaciones en la parte sur de O Courel. "Este desvío permitirá unha áxil restitución do tráfico viario", indicaron desde la Administración autonómica. El acceso se ejecutará, según explicó Lola Castro, bordeando la montaña por encima del llamado 'Camiño do secadeiro', aprovechando un cortafuegos.
Mientras, la Xunta sigue en proceso de declarar la situación de emergencia para actuar en la zona afectada lo antes posible y ofrecer una solución "rápida e segura". Una de las opciones contempladas es un viaducto que salve el tramo desprendido. También se valora la posibilidad de ejecutar una vía de nuevo trazado o la construcción de un túnel de 400 metros, que estaría más alejado.
La Consellería de Infraestruturas realizó estas semanas una campaña de sondeos geotécnicos en el área donde se registró el hundimiento para conocer en profundidad el estado y el comportamiento del terreno y evaluar así la viabilidad de estas alternativas.
