La bodega Adegas Moure ha concluido un trabajo experimental de más de tres años consistente en abonar sus viñas con humus de lombrices elaborado a partir de bagazo destilado. El resultado, destacó esta empresa familiar de O Saviñao, es un vino "con mayor viveza y juventud que en nariz se presenta sin reducciones, abierto y expresivo y en boca es profundo, persistente y más complejo".
El proyecto, tutelado por las universidades de Santiago de Compostela y Vigo, sirvió para procesar más de diez toneladas de bagazo por medio de este sistema de compostaje. El abono resultante de este proceso es "rico en nutrientes, microbiológicamente activo y estabilizado". Además, las semillas pudieron separarse de él "fácilmente".
El producto resultante de este procedimiento recibe el nombre de vermicompost y en Adegas Moure se estudiaron sus efectos durante varias temporadas de cultivos en cuatro viñedos: uno viejo (con cepas de más de 25 años), dos jóvenes y otro con vides recién plantadas.
El vermicompost permitió elaborar mil litros de vino tres campañas consecutivas. Otros tantos se obtuvieron de las uvas de las cepas control, abonadas según los protocolos habituales de la bodega.
"Las diferencias entre el vino experimental y el vino testigo son reseñables y significativas, más de las que podíamos esperar", señaló el gerente de Adegas Moure, Evaristo Rodríguez. Asimismo, el enólogo Adrián Rodríguez habló de "explosión aromática en el tanque de fermentación del vino".
Desde la bodega matizaron la "destacada personalidad" del vino, sobre todo teniendo en cuenta "que se compara con Abadía da Cova, uno de los mejores mencía de la Ribeira Sacra".
Otra de las conclusiones obtenidas de la iniciativa, que forma parte de un proyecto de I+D+i llamado Vitalver, es que la fertilización por vermicompost y la aplicación de este abono disminuyeron la aparición de enfermedades causadas por hongos fitopatógenos.
