El viaje más largo a China

El chantadés Xende Fernández trabaja desde hace semanas como entrenador de fútbol en Dalian. Las duras medidas contra el covid impuestas por el Gobierno del país donde empezó la pandemia le obligaron a pasar dos cuarentenas antes de incorporarse
Xende Fernández, en un pabellón con el escudo del Dalian Pro al fondo.EP
photo_camera Xende Fernández, en un pabellón con el escudo del Dalian Pro al fondo.

NO HAY MEJOR forma de saber si es cierto que en China, el país donde empezó hace un año la actual pesadilla pandémica, se está haciendo, como se nos transmite últimamente, vida normal que preguntarle a alguien que está allí. Y pocos termómetros habrá mejores que el de Xende Fernández, un vecino de Chantada que ha llegado hace solo unas semanas al gigante asiático para trabajar como entrenador de fútbol.

"A vida é máis ou menos normal. A máscara só é obrigatoria nos espazos pechados, aínda que recomendan levala cando se estea fóra, e está absolutamente todo aberto", dice el técnico, instalado ya en Dalian, una ciudad al nordeste de China, próxima a la frontera con Corea.

Xende Fernández, que hizo la carrera de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, coordina allí una escuela de fútbol, a la que llegó por medio del Celta de Vigo, club que se encarga de buscar en España entrenadores interesados en marcharse a trabajar a China, que tiene como objetivo a largo plazo convertirse en una potencia futbolística. Esta escuela trabaja en colaboración con el club de la ciudad, el Dalian Pro, cuyo entrenador les sonará, es el español Rafa Benítez.

Xende ya está instalado. Y no es poco teniendo el cuenta el largo viaje (mucho más de lo que ya es habitual tratándose de China) que ha tenido que hacer desde España. Voló de Madrid a Frankfurt y de ahí a Chengdu. En esta ciudad china tuvo que pasar 15 días de cuarentena.

Nada más llegar a Dalian se detectó un pequeño brote en la ciudad que vació de gente las calles y motivó a aislar barrios enteros

l impacto fue total desde el mismo momento del aterrizaje. "Ao chegar de Frankfurt non vimos a ningunha persoa sen epis, gafas de protección nin máscara. Tampouco durante os 15 días que duraron os nosos illamentos", comenta Xende, que no viajó solo a China, adonde han ido tres entrenadores del Celta y cuatro del Atlético de Madrid.

Tras superar la primera cuarentena tocó subirse de nuevo al avión. El destino, esta vez sí, sería Dalian, donde le esperaba un nuevo confinamiento de 15 días. Prácticamente un mes estuvo Xende sin tener ningún tipo de contacto físico con nadie.

Por si fuese poco, nada más llegar a su destino Dalian sufrió un brote. Solo tres casos en una ciudad de unos siete millones de habitantes sirvieron para fijar un severo protocolo que hacía muy difícil ver gente por la calle y aisló barrios enteros. "Chamoume moito a atención a rixidez coa que se fan as cousas, que polo momento fíxome imposible descubrir como é a sociedade chinesa real, a maioría da xente está na casa", relata Xende Fernández, quien ha podido visitar, eso sí, el que ya es su puesto de trabajo.

CURIOSIDADES. Hay varios detalles de la lucha diaria china contra el covid-19 relatados por Xende que llaman la atención. Uno de ellos es el código QR instalado a la entrada de los centros comerciales para que el Gobierno pueda localizar con rapidez a quienes entraron en caso de que aparezca un brote vinculado al lugar.

Precaución y mascarillas aconsejables, pero todo está abierto. Aun así, Xende recuerda el gran tamaño de China, que hace que las medidas sean muy distintas en cada ciudad o región en función de los contagios que haya. "Nos sitios onde non hai casos, a vida que fan é practicamente normal", concuye el preparador chantadés, muy ilusionado con la experiencia.

"Estou encantado pola oportunidade de traballar no extranxeiro no que máis me gusta, que é adestrar", asegura Xende, quien detalla que esta opción surgió casi por casualidad. "A persoa do Celta encargada de buscar adestradores para ir a China deume clases hai tempo e contactou comigo para facerme a oferta", dice.

Su trabajo. Debido al brote, Xende Fernández todavía no ha podido saborear el fútbol como le gusta a los apasionados de este deporte, en el campo. Hasta el momento, sus compañeros y él se han dedicado a ofrecer formación online. Su función es coordinar el trabajo de los entrenadores de la escuela de Dalian con el fin de potenciar la práctica e impulsar el desarrollo de futuros futbolistas.

Su residencia está cerca del colegio, alejada del centro de Dalian. Allí ha instalado su cuartel general este vecino de Chantada con titulación de entrenador nivel tres que ha hecho las maletas para vivir su gran pasión en China, el país donde empezó todo lo relacionado con el coronavirus.

"Cando estás aquí daste conta de como están tratando o virus e xa non causa tanta sorpresa que teñan poucos casos", reflexiona Xende, quien no olvida sus orígenes en la SD Chantada, club de cuyo cuerpo técnico formaba parte hasta la pasada temporada. Desde O Sangoñedo, el joven entrenador despegó en dirección a China.

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