Un verano repleto de peregrinos espera a los dos albergues de Monforte

El Lemavo y el Santiago15 han sido testigos en el poco tiempo que llevan abiertos del importante auge que vive el Camino de Invierno
Un grupo, a las puertas del albergue Lemavo. EP
photo_camera Un grupo, a las puertas del albergue Lemavo. EP

Llevan poco tiempo abiertos, pero los dos únicos albergues que funcionan en el casco urbano de Monforte empiezan a ser testigos del gran auge que vive el Camino de Invierno, al que cada vez recurren más peregrinos para llegar hasta Santiago, evitando la masificación de la ruta francesa.

Los dos esperan un verano cargado. Así lo afirman en el Lemavo, un proyecto familiar encabezado por José Carlos Costoya, su esposa, Begoña García, y los hijos de ambos, Brais, Antía y Denis.

Abrieron el 23 de abril de 2022 tras comprar y reformar la casa donde vivían los abuelos de José Carlos, en pleno barrio de As Cruces, en la Rúa Chamoso Lamas. Explica que cuando surgió la idea, hace ya algunos años, "aínda non había ningún albergue en Monforte". Las gestiones se alargaron hasta 2022.

"Estamos moi contentos, porque recibimos un público moi diverso e sempre resulta gratificante coñecer xente doutras culturas", afirma Costoya, quien señala que el albergue se beneficia de la cercanía de la estación de ferrocarril. "Moitos peregrinos que se hospedan con nós comezan o Camiño en Monforte e chegan en tren", relata.

En Lemavo hay un total de 14 plazas, más dos para personas con movilidad reducida. Tiene un precio para el peregrino de 14 euros la noche. "As nosas previsións son moito mellores que as de hai un ano a estas alturas. Case todos os días temos a alguén durmindo aquí", comenta José Carlos.

Lavandería, porche para cocina, plancha, cafetería y microondas son algunos de los servicios de un negocio con otra ventaja, el paso justo al lado de su finca trasera del propio Camino de Invierno.

Santiago15

Ubicado en la Rúa Santiago, su principal propietario es Ramón Díaz-Varela, asociado con Álvaro Naveira y Bernardo García. Cuenta con 50 plazas en dos habitaciones, una superior con diez espacios y baño privado y otra inferior común de seis módulos de seis y ocho plazas cada uno.

El proyecto acondicionó una nave industrial del bisabuelo de Ramón, dedicada antiguamente a material de construcción. "Hemos intentado mantener la esencia de la historia del edificio", cuenta.

También ellos tienen buenas expectativas para el próximo verano. "Será similar al del año pasado, a pesar de que fue Xacobeo. Pensé que este sería de menor afluencia, aunque hay que tener en cuenta que el peregrino no reserva con mucha antelación", destaca el dueño de Santiago15, que este mes cumple justo dos años habilitado al público.

El precio por hospedarse es de 17 euros más desayuno, sábanas y utensilios de baño. Están incluidos como servicios una zona ajardinada, aparcamiento para bicicletas, café de cortesía, litera con luz individual, zona de lavadora y secadora y wifi gratuito.

Por otro lado, en el Santiago15 tienen a disposición la posibilidad de descubrir Monforte en bicicleta y, contactando previamente, organizar actividades en el entorno cultural y paisajístico de la zona.

Italia, país al que ambos apuntan

Según afirman desde el Lemavo y el Santiago15, las procedencias de los peregrinos que se hospedan en ambos albergues es muy dispar. Por supuesto, otras partes de España están presentes. Sin embargo, tanto en un negocio como en otro coinciden al señalar la gran cantidad de visitantes italianos que realizan el Camino de Invierno. "Hai moitos estadounidenses e alemáns tamén, pero nós tivemos xente ata de Alaska, Australia ou Suráfrica", indica José Carlos Costoya.

Hai moitos estadounidenses e alemáns tamén, pero nós tivemos xente ata de Alaska, Australia ou Suráfrica"

Ramón Díaz-Varela asegura que si en algo coinciden los peregrinos es en subrayar "la poca cantidad de servicios que existen en el Camino entre Monforte y Chantada. Apenas hay lugares donde parar", advierte el dueño de Santiago15.

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