La vendimia en el territorio amparado por la denominación de origen Ribeira Sacra, que comenzó oficialmente el pasado 15 de septiembre, también se está viendo afectada, al igual que sucede en otras zonas productoras de Galicia, por la dificultad con la que se encuentran las bodegas para incorporar mano de obra a los trabajos de recogida.
En declaraciones a Efe, el presidente del consejo regulador, José Manuel Rodríguez, aclaró que, "porcentualmente", esa situación afecta en esta denominación de origen mucho menos que en otras, dado que la mayoría de las explotaciones son pequeñas y "los viticultores se arreglan ellos mismos, con ayuda de sus familias" para hacer la vendimia.
En situación diferente se encuentran las "bodegas más grandes" de la denominación, que realmente tienen dificultades para encontrar mano de obra suficiente para recoger la cosecha.
Por ello, explicó, muchas recurren a "empresas de servicios" que, a cambio de "un tanto por hora", proporcionan a las bodegas "cuadrillas" que se encargan de hacer la vendimia.
"Esto también ha llegado aquí", dijo Rodríguez.
En cuanto a la vendimia de este año, destacó que la uva está en perfecto estado y la recogida se está realizando con tiempo seco, por lo que se espera una cosecha muy buena, que rondará los seis millones de kilos.
