El único tanatorio de España con una página web en árabe está en Quiroga

Grupo Garrido lleva varios años realizando el rito funerario musulmán desde esta localidad
Miguel Ángel Garrido en el tanatorio que Grupo Garrido tiene en Quiroga. EP
photo_camera Miguel Ángel Garrido en el tanatorio que Grupo Garrido tiene en Quiroga. EP

En el único tanatorio de Quiroga, Funeraria Garrido, tienen clara la importancia de mirar más allá de las fronteras de la propia comarca y nunca quedarse de brazos cruzados. "Tuvimos que reinventarnos", asegura su propietario, el tanatopractor Miguel Ángel Garrido. Esto les ha llevado a incluir, junto a los servicios que ya ofrecían, funerales musulmanes por toda Galicia y El Bierzo o la toma de muestras de ADN.

Sobre lo primero, Garrido explica que fue la elevada demanda entre la comunidad islámica lo que les llevó a comenzar con esta actividad. Para ello tuvo que documentarse hasta conocer a la perfección todos los pormenores de esta cultura. Garrido destaca la importancia que dan los musulmanes a sus ritos y al duelo, así como el gran respeto que tienen por las personas. El lavado, la colocación del cuerpo en el féretro y hasta cómo saludar son aspectos que también tienen en cuenta.

El proceso, que es complejo, se realiza en su totalidad en las instalaciones que Grupo Garrido tiene en la localidad de Quiroga. Después, el cuerpo se traslada al país de origen o, si así lo deciden los familiares, se entierra en España, puesto que "sus raíces se van estableciendo aquí".

Todo este trabajo lleva aparejada una gran cantidad de burocracia, desde visados hasta aspectos sanitarios. Todo debe gestionarse en tiempo récord, agilizando trámites para que discurra el menor tiempo posible entre el fallecimiento y la sepultura. La labor de las embajadas, "poniendo todos los medios", es fundamental.

Si bien al principio reconoce que tenía algunos nervios al enfrentarse a estos trabajos, ahora ya es todo un experto, hasta el punto de que "tienen una fe ciega depositada en mí", dice Miguel, que ya accede a las mezquitas como uno más. Además, destaca lo "agradecidos" que son y señala que al término de cada funeral son muchos los que se acercan a darle las gracias. Asegura que "a veces, y más ahora con la mascarilla, simplemente con la mirada ya lo dicen todo".

Para poder llegar mejor a la comunidad musulmana, cuentan incluso con una versión de su web traducida al árabe y muy bien posicionada en los principales buscadores. "Creo que en toda España no hay ninguna otra página de una empresa funeraria traducida a este idioma", dice.

FUTURO. Miguel, que también imparte clases en una academia y evalúa a futuros tanatopractores, ya piensa en cómo será el tanatorio del futuro. Los hábitos cambian constantemente y la pandemia ha acelerado las transformaciones en el día a día.

Cuenta que ya trabajan en un sistema con cámaras web en las salas para que los familiares que estén fuera y no puedan asistir a los actos fúnebres "puedan participar activamente, incluso viendo el féretro si así lo desean".

Además de la funeraria en Quiroga, el grupo cuenta con un velatorio en Seoane do Courel y el Tanatorio do Sil, en Ribas de Sil.

Legado genético Una ventana en el espacio-tiempo
Otro campo en el que Garrido trabaja cada vez más es en la toma de muestras de ADN. "Su estudio es abrir una ventana en el espacio-tiempo" que permite, por ejemplo, descubrir posibles reacciones a determinados medicamentos o conocer la propensión que tiene cada persona a padecer algunas enfermedades, como el cáncer o dolencias degenerativas o coronarias, entre otras. Esto último es interesante, sobre todo, para detecciones precoces y para trabajar en prevención.

Un ámbito novedoso
Las muestras se guardan en un biobanco o en cápsulas criogenicas en domicilios particulares y en cualquier momento se puede recurrir a ellas para compararlas con las de otros familiares y que un laboratorio especializado elabore un completo estudio genético. En el caso de Miguel Ángel Garrido, él se encarga solo de la toma de muestras, mientras que el estudio se lleva a cabo en Barcelona. Indica que se trata de "una parte de la medicina demasiado nueva, la gran desconocida, y todavía hay pocos genetistas".

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