"Tiven a sorte de caer de pé no pozo, se baixo de cabeza mátome no acto"

Un octogenario se precipitó a un pozo de seis metros del que salió casi ileso

Odilio Pérez, junto al pozo en el que se cayó y que antes estaba a ras de suelo. TOÑO PARGA
photo_camera Odilio Pérez, junto al pozo en el que se cayó y que antes estaba a ras de suelo. TOÑO PARGA

Hace casi un año, el 23 de febrero de 2018, un hombre de 88 años de edad caía de forma accidental en un pozo ubicado en un terreno del lugar de A Veiga, en el municipio de Ribas de Sil. La suerte y la rapidez de un vecino que se encontraba muy cerca del lugar en el que ocurrió todo se pusieron de su parte y Odilio Pérez Álvarez salió sano y salvo del conducto. Según el mismo explica: "tiven a sorte de caer de pé, que se vou de cabeza mátome". El pozo al que se precipitó tiene algo más de seis metros de profundidad.

Odilio Pérez ya cumplió los 89 años y recuerda que el día del accidente había acudido a una viña de su familia para arrancar una cepas. Cuando terminó la tarea decidió dar la vuelta con el tractor en un extremo de la parcela aprovechando el límite con una finca vecina para que la maniobra resultase más sencilla. Precisamente en esa parcela que no era suya estaba el pozo del que Odilio no tenía constancia.

Cuando se metió con el tractor para girar, el hombre vio una plancha metálica en el suelo y decidió apartarla para evitar que le cortase una rueda. "Baixei do vehículo e antes de que lle puidera botar a man á chapa pisei nun montón de follas e xa fun para dentro", relata. La plancha era la tapa del pozo que estaba a ras de suelo. No tenía ningún amarre y estaba tan cubierta de hojas y hierba que Odilio no pensó en ningún momento que debajo hubiese un agujero.

Ahora el pozo en el que cayó está bien tapado. Levantaron su boca un metro del suelo y le pusieron una gruesa tapa de cemento

La boca del conducto era lo suficientemente amplia para que cupiese un hombre de su envergadura y Odilio se fue directamente al fondo, donde se acumulaba un metro de agua y barro, algo que pudo amortiguar el golpe.

El hombre no perdió la consciencia en ningún momento y en pocos minutos vio como se aproximaba un vecino que reside en una vivienda cercana al terreno y que había escuchado el estruendo de la caída. Su salvador había trabajado la finca y él si conocía la existencia del pozo.

Además, cuando una mujer que se encontraba cerca le explicó que Odilio estaba en el tractor pero que ahora no lo veía, ya pensó en el pozo. Este vecino fue el que le acercó una escalera y el que le ayudó a salir del agujero. En un primer momento Odilio solo presentaba rasguños pero de todas maneras fue trasladado al hospital de Valdeorras por una ambulancia "que chegou de inmediato", dice.

En el hospital estuvo una semana ingresado porque finalmente le detectaron una vértebra machacada. Un año después sufre además molestias en una rodilla. "Cando caín a bota rompeu por debaixo e subiuseme ata o xeonllo que se inchou e aínda hoxe segue inflamado", comenta el octogenario.

Ahora el pozo en el que cayó está bien tapado. Levantaron su boca un metro del suelo y le pusieron una gruesa tapa de cemento.

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