El territorio amparado por la D.O. Ribeira Sacra ha recogido un total de 6.047.000, cifra que cumple la cantidad que el consejo regulador estimaba recoger. La última bodega que todavía estaba vendimiando comunicó que había finalizado los trabajos, de modo que la recogida del fruto en la Ribeira Sacra duró oficialmente desde el pasado 15 de septiembre hasta el 11 octubre, aunque muchas bodegas iniciaron antes la vendimia.
Este año los controles de maduración se llevaron a cabo entre el 23 y el 25 de agosto, de modo que el día 26 ya hubo algunas vendimias provisionales en parcelas que ya reunían las condiciones para la recogida de la uva, aunque el comienzo oficial fue el 15 de septiembre.
El propio presidente del consejo regulador, José Manuel Rodríguez, ya auguraba antes del inicio de los trabajos que iba a ser una vendimia irregular, porque las condiciones climáticas hicieron que el nivel de maduración de las uvas fuese diferente en las subzonas en las que está dividida la denominación de origen. En total, 2.208 viticultores y 88 bodegas estaban inscritos para esta vendimia.
Como viene siendo habitual cada año, el grueso de la cosecha es de la variedad preferente mencía, con 4.814.065 kilos recogidos, mientras que en las variedades blancas las más abundantes son el godello –555.938 kilos– y el albariño –75.936 kilos–. La uva que entró en bodega estaba en muy buenas condiciones y con una buena graduación, en la media de la última década. El año pasado el final de la vendimia fue el 20 de octubre, unos de los finales más tardíos de la historia de la denominación de origen, con 6.545.331 kilos vendimiados.
