Sober crea cantera de jóvenes cocineros

La escuela de hostelería Belarmino Fernández Iglesias promueve un concurso para los institutos de la zona

Los alumnos del colegio Ferroviario, tras su particiapción en el concurso Children's Chefs. EP
photo_camera Los alumnos del colegio Ferroviario, tras su particiapción en el concurso Children's Chefs. EP

SOBER. Es habitual en los últimos tiempos encender la televisión y encontrarse con un concurso de cocina. Los participantes deben elaborar platos originales y de buen sabor para conquistar el paladar de un jurado profesional y aspirar a ser los campeones. Sober ha apostado por su propio certamen. No hay cámaras alrededor y su éxito no se medirá en índices de audiencia, sino en el nivel de aceptación que el mundo de los fogones tenga entre los alumnos de cuarto de Eso de los institutos de Monforte.

Children"s Chef es el nombre elegido por la escuela de hostelería Belarmino Fernández Iglesias para este concurso. Su objetivo es, por un lado, mostrarles a los más jóvenes las posibilidades que ofrece el sector de la cocina y, por el otro, transmitir su colaboración con la amplia comunidad educativa que rodea Sober. «Moita xente non coñece a nosa escola e colaboramos máis con colexios de fóra da Ribeira Sacra que cos de aquí. Este concurso pretende amosarlles que estamos para o que necesiten», señaló Santiago Martínez, coordinador del concurso.

La competición comienza con la visita de miembros de la escuela de hostelería a los centros para hablar a los estudiantes del concurso y de las enseñanzas que se transmiten en Sober. A continuación, se invita a todo el grupo de cuarto de Eso del instituto en cuestión a Rosende, donde se levanta la escuela Belarmino Fernández Iglesias.

La participación es voluntaria. Los aprendices de cocineros acuden a Sober acompañados por sus compañeros, que mientras esperan a que terminen sus recetas reciben unas nociones básicas de coctelería, cafetería o sobre cómo preparar una mesa.

EL CONCURSO. La primera fase del certamen consiste en que el alumno aprenda a cocinar un sencillo plato con el que va a participar. Se realiza una demostración previa al proceso de elaboración por parte del estudiante, que aplicará los conocimientos adquiridos en un periodo de tiempo que normalmente no alcanza la hora de duración.

Durante su tiempo entre los fogones, los jóvenes están acompañados por un alumno de la propia escuela de hostelería cuyo cometido es ayudarles en caso de que sufran algún percance o de que se atasquen en algún punto de la actividad. Al finalizar, un jurado integrado por el docente que acompaña al grupo de estudiantes de secundaria, un profesor de la escuela de hostelería y un representante de la empresa Conservas Chanquete, que colabora con el evento, prueba los platos y selecciona el ganador.

Ahí terminará la primera parte del concurso, que vivirá su ronda decisiva el 25 de mayo. Entonces se medirán los finalistas de los institutos A Pinguela, Escolapios, Ferroviario y Río Cabe.

El campeón pasará un fin de semana en el balneario de Augas Santas (Pantón). Será un premio a su buena mano con la cocina y la guinda a unas sesiones para promocionar un sector de moda.

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