La salud mental no es tabú en Quiroga

La biblioteca del instituto organizó una mesa redonda en la que se abordó dicha temática de la mano de la escritora Antía Yáñez
Mesa redonda en la que participó Antía Yáñez. CARLOS JULIO GONZÁLEZ
photo_camera Mesa redonda en la que participó Antía Yáñez. CARLOS JULIO GONZÁLEZ

Los más jóvenes reflexionaron este lunes en Quiroga sobre salud mental en una mesa redonda que contó con la participación de la escritora Antía Yáñez, cuya última novela, Non penses nun elefante rosa, aborda este tema en profundidad.

El acto estaba convocado desde el club de lectura y la biblioteca del instituto de educación secundaria y bachillerato de la localidad con el objetivo de dar respuesta a diferentes cuestiones que pueden surgir tanto a jóvenes como a mayores. Entre ellas, cuánto cuesta ir al psicólogo, si solamente es necesario acudir cuando se padece una enfermedad, qué es el trastorno obsesivo compulsivo (TOC), qué piensan los adolescentes de la salud mental o si los padres y madres dan a este asunto la importancia que deberían.

Se habló también del uso del término despectivo "generación de cristal" para la Generación Z, los nacidos después del año 2000. Yáñez cree que se dice que los jóvenes "protestan por nada" porque antes "os avós" aguantaban hasta el límite determinadas situaciones. La escritora cree "que é mellor dar un paso cara adiante e protestar antes que quedar na casa caladiños".

Las diferentes preguntas habían sido redactadas previamente por los estudiantes. Además de presenciar la mesa redonda, dos de las alumnas participaron activamente en ella. También lo hizo Almudena Rodríguez, como representante de las madres y padres, y Laura Álvarez, como integrante del club de lectura del centro educativo.

Precisamente, fue la coordinadora de esta actividad, Aldara Pérez, la encargada de moderar el acto, en el que también intervino la directora del Centro de Información á Muller (Cim) de Quiroga, María Luisa Castro, quien destacó la "importancia deste tipo de encontros".

Castro ve un "problema educacional" en el hecho de que hablar abiertamente sobre salud mental pueda ser considerado "un signo de debilidade". Puso el foco, además, en la "tolerancia" de muchas personas al "malestar" provocado por los problemas de salud mental y reivindicó la necesidad de pedir ayuda a profesionales.

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