Sabores exóticos en Chantada

Una joven tailandesa prepara comida de su país que sirve los viernes en el Casino de la villa
Fon, con uno de los platos preparados en las cocinas del Casino de Chantada. MIGUEL PIÑEIRO
photo_camera Fon, con uno de los platos preparados en las cocinas del Casino de Chantada. MIGUEL PIÑEIRO

Su nombre es Fon y a sus 26 años ha emprendido junto a sus dos hijos pequeños, Faa (de siete) y Kon (cuatro), una aventura que le ha hecho cambiar su país de nacimiento, Tailandia, por Chantada. El motivo es el amor. En la villa del río Asma reside junto a su pareja, Jacobo López, a quien conoció durante uno de los habituales viajes que él realiza a esa parte del mundo. En Chantada, Fon ya busca, ayudada por su novio, la manera de ganarse la vida y para ello ha recurrido a la cocina. "En Tailandia trabajé desde los nueve años cocinando", asegura la joven, quien trata de hacer descubrir a los chantadeses la comida de su tierra.

Cada viernes será un día especial en el Casino de Chantada, pues los responsables del servicio de cafetería le ceden las cocinas para que Fon prepare algunos de los platos característicos de la gastronomía tailandesa.

Ese día, en el Casino no se sirven raxo, tortilla, empanadillas o tostas, mucho más conocidos para todos. De los fogones salen en dirección a las mesas arroz frito, curry verde, pad kra pao (una carne frita con albahaca) o el popular pad thai (tallarines salteados con lima, cacahuetes y gambas).

El arroz es la base de casi todo en la cocina tailandesa, caracterizada igualmente por la mezcla de sabores. Dulce, salado y ácido suelen unirse en una comida que acostumbra a tener mucho picante. Este último aspecto, reconoce, tendrá que adaptarlo a Galicia, donde no hay una cultura gastronómica que le dé tanta importancia al picante.

El objetivo ahora es comprobar qué aceptación tienen estas recetas exóticas entre los chantadeses. En función de eso decidirá junto a su pareja si montan en la villa un restaurante propio especializado en comida tailandesa o no. "Sabemos que en una ciudad funcionaría. Queremos ver si aquí también, para poder vivir de ello sin tener que cambiar de ciudad", explica la pareja.

Y es que la idea es vivir en Chantada, donde los niños van al colegio (están matriculados en el Ceip Eloísa Rivadulla) y ya socializan. Incluso empiezan a desenvolverse bien con el idioma. A ella, que utiliza el inglés, le cuesta todavía un poco más.

"En Galicia y España, la comida tailandesa es una gran desconocida", afirma Jacobo López, contento con la recepción que ha tenido esta iniciativa entre los vecinos. "Los primeiros viernes fueron muy bien, vino mucha gente y los platos gustaron mucho", indica la pareja de Fon.

Ella también está contenta. Sobre Chantada, dice que la han acogido "muy bien" y que es un lugar "bonito y tranquilo".

Tiene predilección por el paseo fluvial del río Asma, aunque socializar le cuesta un poco por las barreras que levanta el idioma.

Nada tiene que ver, eso si, con la Tailandia que ha dejado atrás y a la que volverá de visita en pocos días, en las primera semana de agosto junto a Jacobo.

Por las vueltas que da la vida, esta joven, nacida en una zona rural de su país donde cultivan arroz y caña de azúcar, ha terminado con uno de los muchos turistas que cada año aterrizan en Bangkok, ciudad en la que residía.

Fon ha cambiado la zona rural en la que vivía en Tailandia, aunque emigrase luego a Bangkok para mejorar sus condiciones de vida, por otra similar en el interior de Galicia, donde quiere crecer como cocinera ofreciendo platos que a los gallegos pueden resultarles exóticos.

La mano para la cocina de la joven que antes fue incluso ganadora de varios concursos de cocina escolares en Tailandia ya puede disfrutarse en el Casino de Chantada. Los comensales no se han quejado de su buen hacer.

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