El rural pide un impulso eficaz

La sumiller Mónica Fernández y el cocinero Javier Olleros participaron en Ribas de Sil en una jornada organizada por grupos de desarrollo para animar a los vecinos a llevar a cabo sus ideas
Los participantes en el acto, a las puertas del Pazo de la Cuesta de San Clodio. EP
photo_camera Los participantes en el acto, a las puertas del Pazo de la Cuesta de San Clodio. EP

La mejor sumiller del mundo en 2017, la quiroguesa Mónica Fernández, reivindicó sus orígenes en un acto celebrado en Ribas de Sil en el que tanto ella como el chef Javier Olleros, que posee dos Estrellas Michelín, contaron sus experiencias y demandaron un empuje al rural para que existan más oportunidades y sus habitantes no tengan que marcharse. La cita estaba organizada dentro del ciclo Tecendo Cultura, en el que colabora el GDR Ribeira Sacra-Courel.

"Xunto coa miña familia, unha das cousas máis importantes para min é ser filla predilecta de Quiroga e vivo co soño de volver vivir aquí algún día", explicó Fernández, que puso en valor la aldea en la que nació: Orxais, en la Montaña do Lor.

Por el momento, su trabajo le obliga a pasar buena parte del año en Madrid, donde es directora de sala y sumiller del Grupo Bambú. Está convencida de que muchos residentes de la capital "darían o que fose por marchar para un lugar como este". Tanto por la "calidade de vida" como por el afecto. "Eu non coñezo os meus veciños en Madrid", resume.

Por eso, lo que pretendía en su intervención, cuenta, es "concienciar de que existe un plan b, pero que falta axuda e formación, pois todo depende da educación".

Fernández cree que, sobre todo tras la pandemia, "a xente quere vivir ben, con tranquilidade, e iso é posible aquí, pero o difícil é subsistir".

Y si Mónica Fernández contó que sueña con volver, Olleros relató cómo fue para él poner en marcha en O Grove (Pontevedra) el restaurante Culler de Pau. Tiene dos Estrellas Michelín y es uno de los chefs más conocidos de la cocina gallega.

Escenario

El acto se celebró en San Clodio, en las instalaciones de la bodega Pazo de la Cuesta, que fue protagonista recientemente en The New York Times por su proyecto de recuperación para dedicar el edificio a la producción vitícola, actividad que ya desarrolló en el pasado.

Mónica Fernández, que de vino sabe como pocos, destacó la calidad de sus caldos, así como la iniciativa. Además de escuchar los dos relatos, el medio centenar de participantes pudo degustar elaboraciones del restaurante soberés Berso, pues otro de los invitados, como ejemplo de emprendimiento gastronómico, era su chef, Martín Mantilla.

El acto finalizó con la música de la pianista Elsa Muñiz, que puso el broche a una jornada que los asistentes, la mayoría vecinos de la comarca, calificaron de "enriquecedora".

El ciclo Tecendo Cultura en el que se enmarcaba esta cita está coordinado por el grupo de desarrollo rural con sede en Padrón y en él colaboran los GDR de Ordes, la comarca de Lugo y el de Ribeira Sacra-Courel.

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