A QUÉ SABE MI VINO

Un rosado diferente que tiene el brancellao como protagonista

► Cruceiro elabora desde el año pasado, coincidiendo con la celebración del 30 aniversario de la bodega, unas 800 botellas de este vino en homenaje a Rosa, la madre de su propietario
Puri Pérez (derecha), con su hija en la zona de barricas de la bodega, que tiene su sede en Vilachá de Doade. CARLOS JULIO GONZÁLEZ
photo_camera Puri Pérez (derecha), con su hija en la zona de barricas de la bodega, que tiene su sede en Vilachá de Doade. CARLOS JULIO GONZÁLEZ

En la pasada vendimia apenas se recogieron 53.000 kilos de brancellao en la D.O. Ribeira Sacra. La mayoría salen de viñas antiguas en las que todavía pervive esta variedad tinta que cada vez gana más protagonismo por su interés enológico y posibilidades.

En su momento fue mayoritaria en la zona, pero ahora la escasez de esta uva permite contar con los dedos de las manos los monovarietales brancellao que se elaboran en el territorio amparado por la denominación de origen.

Sin embargo, desde la bodega Cruceiro, de Vilachá de Doade (Sober), han experimentado para hacer con brancellao un rosado refrescante, ligero y muy versátil. Lo comercializaron por primera vez el año pasado, coincidiendo con los 30 años de la bodega, y lleva por nombre Cruceiro Rosa, en homenaje a la madre de Ramón Marcos, el propietario de la firma.

Destaca por ser ligero y resultar muy refrescante

De ella, destacan que fue "una mujer valiente que vivió en la parroquia de Doade toda su vida. Su historia sigue viva en nuestra memoria y, por supuesto, también en este vino".

El rosado de brancellao que elabora Cruceiro es realmente exclusivo, pues su producción se limita a unas 800 botellas. Puri Pérez, copropietaria de la bodega, indica que es un vino "moi especial, afrutado e moi sabroso, mesmo cun toque a gominola".

El resultado ha sido tan satisfactorio en la primera añada que tienen la intención de continuar con él, pues en el tiempo que lleva en el mercado ya ha calado entre los consumidores. Lo que tienen claro es que será dificil incrementar la producción, al ser complicado encontrar esta variedad.

Están muy orgullosos de sus ocho hectáreas de viñas

"Antigamente era moi abondosa en Galicia e nós conservamos cepas de brancellao nalgunhas das nosas viñas e nas de meu pai", señala Puri, que detalla que Cruceiro trabaja ocho hectáreas de viñedos, que son "o noso maior orgullo", admite. Casi la totalidad de las uvas que acaban entrando en sus depósitos son de fincas trabajadas directamente por ellos.

Otras marcas

Además de este particular rosado, en Cruceiro se encargan de elaborar otras tres referencias. Como es habitual en la denominación de origen, el mayor número de botellas son para un tinto joven con un 95% de mencía.

Lo completan con pequeños porcentajes de merenzao, caíño y sousón. Puri puntualiza que se trata de un vino "tanto para chateo, como para beber a diario con calma". Producen entre 30.000 y 35.000 litros.

Posee el color característico de la mencía y su aspecto es limpio y brillante. En boca se muestra suave y equilibrado, con la acidez justa.

El catálogo se completa con ocho mil litros de un godello —mezclado con pequeñas cantidades de treixadura, albariño y branco lexímito— y el barrica Cruceiro Rexio —algo más de mil litros de mencía con brancellao y caíño—, con 12 meses en roble.

Enoturismo

Mientras Puri detalla las características de sus caldos, llega a las instalaciones un autobús de escolares dispuestos a conocer más sobre el proceso de elaboración del vino. Es una de las muchas visitas que llegan a Cruceiro, que tanto por su ubicación como por su oferta resulta atractiva para los turistas.

"Recibimos xente de todas partes de España e facemos visitas como as de antes, tomando un viño e un pincho mentres explicamos o noso traballo", indica.

Los visitantes quieren probar gran variedad de vinos, por lo que en Cruceiro pretenden crear nuevas marcas.

Aunque, en este caso, los jóvenes visitantes de Cruceiro tendrán que esperar a alcanzar la mayoría de edad, el resto de los turistas sí valoran poder probar, además del joven, un blanco, un barrica y un rosado. Eso lleva a Puri y Ramón a pensar en sumar algún vino más de cara a próximas cosechas.

A ellos les gusta que estas visitas comiencen en las viñas, para que así la gente "aprecie o oficio e o esforzo que supón traballar viñedos case verticais, que teñen unha pendente de preto do 80%".

Los vinos de Cruceiro están en la mayoría de bares de la zona, en algunas ciudades gallegas y una pequeña parte viaja a Estados Unidos gracias a un importador.

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