Robos y un mercado negro acentúan el malestar del sector de la castaña

El intrusismo y una mala cosecha provocan un año negativo para los productores del fruto
Un cosechero de Chantada recoge castañas en su finca. MIGUEL PIÑEIRO (AEP)
photo_camera Un cosechero de Chantada recoge castañas en su finca. MIGUEL PIÑEIRO (AEP)
El malestar del sector de la castaña va en aumento debido a la proliferación de robos en soutos privados. La preocupación cunde en un año que no está siendo positivo debido a una cosecha que, aunque apuntaba a muy buena hace unos meses, ha terminado por ser escasa.

"Chove sobre mollado", responde Miguel Areán, responsable de la empresa chantadesa Naiciña, muy crítico con la administración pública. "En vez de intentar parar aos que fan cousas ilegais parece que van a polos que temos todo en orde", asevera.

Areán se refiere a un mercado negro en el que la castaña se comercializa por debajo de lo estipulado. "Este ano véndese a 1,30, 1,40 ou 1,50 o quilo, pero por esas canles os prezos baixan de 1,20 euros", afirma el productor, quien llama a meter mano "nos lugares de compravenda que non teñen documentación".

Los expertos apuntan a que hongos y el clima atípico han estropeado una producción que este año apuntaba a muy buena

En Chantada, algunas voces apuntan incluso a grupos de personas que se desplazan con furgonetas y cajas, preparados para recoger castañas ajenas y llevárselas. No son los únicos.

En O Courel es habitual ver turistas con bolsas cogiéndolas del suelo. Algunas caen en los caminos desde árboles plantados en terrenos privados. Otras veces, directamente se hacen incursiones en las fincas, con el consiguiente enfado de los propietarios, muchos de ellos dispuestos a regalar castañas a quien se las pida para, por ejemplo, celebrar un magosto.

"Teño unha finca ao pé da estrada e ás veces entran e collen castañas. Non lle hai moito que facer, apañalas antes ca eles e punto", cuenta Miguel Fernández, chantadés aficionado al cultivo.

MÁS PROBLEMAS. La alcaldesa de O Courel, Lola Castro, confirmó a este periódico que la producción de este año prometía ser muy buena a comienzos de septiembre. Sin embargo –"de golpe e porrazo", como dice la regidora– se ha estropeado y los cosecheros se encuentran con una gran escasez.

Miguel Areán califica la cosecha como "un desastre" y añade que cuando el año pasado y el anterior "pensabamos que non podiamos ir a peor, aparece o deste ano". Apunta a la antracnosis, una enfermedad provocada por un hongo que afecta a los castaños, para explicarlo.

Daniel Fernández, otro chantadés dedicado al sector, señala que los expertos hablan de la floración y de un verano atípico. Según dice, las bajas temperaturas han afectado y causan un fruto más escaso y de menor tamaño.

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