Con paso firme, la Ribeira Sacra camina hacia el tan ansiado objetivo, que la comarca que comparten una veintena de ayuntamientos de Lugo y Ourense logre ser Patrimonio de la Humanidad. En el verano de 2021 sabremos si se obtiene tal título. Será en una reunión que la Unesco celebrará en China.
Es algo en lo que se lleva trabajando de forma intensa desde 2015, si bien este año que dejamos atrás fue especialmente importante. La Xunta de Galicia puso toda la carne en el asador, pues fue en inicio de una serie de proyectos y medidas contempladas en un plan director al que se han destinado 34 millones de euros. Unos meses atrás el Ejecutivo gallego constituyó la que ha llamado Comisión Interdepartamental da Ribeira Sacra. Se trata de una herramienta clave, destacaron desde la Xunta, para la coordinación de actuaciones e inversiones que permitan avanzar con las máximas garantías en el desarrollo de la candidatura.
Tal comisión será la encargada de presentar las iniciativas de los diferentes organismos y entidades representativas para una gestión eficaz con garantías tendentes a la conservación de sus valores, tales como el paisaje y la cultura, además de ayudas a fijar estrategias de conservación y desarrollo de las potencialidades existentes.
Otra de sus tareas se centrará en planes, políticas y acciones relativas a la protección, conservación, investigación y difusión de los valores del paisaje cultural de la Ribeira Sacra.
Así, en el pasado mes de octubre se aprobó una iniciativa llamada Pacto pola Paisaxe, un documento que tiene como fin proteger, conservar y difundir los valores naturales y patrimoniales de la veintena de municipios lucenses y ourensanos que conforman esta comarca.
Esta acción, que cuenta con un presupuesto inicial de 550.000 euros, corre a cargo de la Consellería de Medio Ambiente. Es uno de los diez proyectos que integran el plan de acción estratégico para la Ribeira Sacra que puso en marcha este departamento de la Xunta y que está dotado con un presupuesto de 3,5 millones de euros.
La Ribeira Sacra sabrá en el verano de 2021 si obtiene el título de Patrimonio de la Humanidad, en lo que se trabaja desde 2015
Algunos de esos planes se pusieron en marcha a lo largo de este 2020, como la unificación de las dos áreas de especial interés paisajístico en una, la declaración del Área Integral de la Ribeira Sacra y la convocatoria de ayudas para la financiación de acciones en materia de rehabilitación y recuperación de espacios públicos gracias a las inversiones a cargo del Plan hUrbe, con un total de ocho actuaciones en otros tantos ayuntamientos de esta zona y que suman un importe de 650.000 euros.
MÁS APOYOS. A las acciones de desarrollo sostenible de la Ribeira Sacra se sumó el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo tras llegar a un acuerdo con la Xunta. Así, el consorcio de turismo recibirá una ayuda de dos millones de euros.
Con este dinero será posible trazar planes de movilidad en aquellas zonas de la comarca con mayor carga turística o favorecer una mayor limpieza de los ríos.
También se pretende desarrollar, promocionar y comercializar nuevos productos turísticos sostenibles, tales como la geología, la arquitectura y el arte románico, entre otros. De esta manera se diversificaría la oferta del destino y se generarían nuevas oportunidades de empleo y riqueza.
VALOR AÑADIDO. La Administración gallega se ha volcado este 2020 con planes y acciones que van más allá de la obtención del título de bien mundial. Se trata de una serie de estrategias encaminadas a darle un valor añadido a todo lo que atesora la Ribeira Sacra desde el punto de vista medioambiental, paisajístico, patrimonial y cultural.
El fin último no es otro que crear un geodestino de primer orden, único en España, capaz de atraer al mayor número de visitantes que huyen del turismo convencional, el de sol y playa.
FORTALEZA. Dentro de seis meses sabremos si la Unesco, atendiendo tanto al dosier en el que se justifica la candidatura como a los proyectos en marcha para mejorar el territorio y su desarrollo sostenible, concede el título.
"La candidatura de la Ribeira Sacra es muy fuerte y su expediente, muy bueno. No necesita de adornos". Esas fueron las contundentes palabras que vertió Juan Andrés Perelló, el embajador de España en la delegación permanente de la Unesco, hace tan solo un mes.
