La restauración del retablo principal del colegio del Cardenal de Monforte se inició este lunes con las tareas previas a la intervención, en concreto la colocación de un gran andamio a cargo de la empresa Montajes Miño para que los técnicos puedan trabajar de inmediato, en cuestión de días.
El responsable de la comunidad religiosa que está a cargo del colegio cardenalicio, Javier Agudo, señaló que las tareas que se realizarán se prolongarán a lo largo de un mes, si los restauradores no detectan problemas mayores en el retablo y todo se queda en una limpieza del mismo.
Los trabajos serán acometidos por expertos que ya han trabajado en diferentes ocasiones para la Diócesis de Lugo. Además de la retirada del polvo que hay sobre la pieza, se procederá a la aplicación de unos aceites protectores, al considerar que gracias a una intervención llevada a cabo en el año 1985, cuando se realizó un tratamiento contra xilófagos, no se aprecia que la carcoma afecte al retablo, por lo menos en las partes bajas de este. Así, se espera que no sea necesario utilizar insecticidas.
La Dirección Xeral de Patrimonio está al corriente de la actuación propuesta tras conocer el informe que el equipo restaurador envió antes del inicio las los trabajos, dándole su visto bueno.
NECESIDAD. Esta pieza escultórica, realizada en madera de nogal, con una talla de filigrana, ofrece actualmente al visitante una imagen de abandono debido a la capa de polvo que recubre los relieves y las dos esculturas de bulto redondo, Nuestra Señora de la Antigua y San Ignacio de Loyola, que conforman el retablo de tres cuerpos.
La suciedad acumulada durante años le confieren un aspecto blanquecino que desvirtúa la estética del retablo.
De ello alertaron durante años especialistas en patrimonio, que abogaban por una intervención por parte de la Xunta de Galicia que no llegó. También habían hablado de la necesidad de retirar una tarima de pino situada frente al retablo, pues se creía que era el principal foco de infección de xilófagos.
Los trabajos que ya han comenzado en el retablo del templo del colegio del Cardenal serán sufragados por un benefactor anónimo. Javier Agudo se negó en rotundo a desvelar el nombre de la persona que aportará el dinero necesario para llevar adelante la restauración. Sobre su coste, Agudo tampoco quiso dar detalles.
UN GRAN ESCULTOR. El retablo del colegio del Cardenal fue la última obra realizada por el maestro Francisco de Moure. La dejó inacabada debido a su fallecimiento en el año 1636. Fue el autor del primer y segundo cuerpo, donde están los relieves de la Circuncisión, Visitación, Epifanía y Natividad, así como de la imagen de la virgen de La Antigua. El resto de las piezas del conjunto se le atribuyen a su hijo y al jesuita Pedro Mato.
Moure descubrió en Ourense por medio de su abuelo materno, cantero de profesión, su vocación artística. Viajó a Castilla, donde conoció los trabajos de artistas que dejaron una honda huella en él, como Berruguete y Juan de Juni. Sus comienzos fueron como aprendiz de Alonso Martínez.
