Relacionan el asalto a un burgalés en Monforte con otros tres ocurridos en la zona sur

La Policía y la Guardia Civil buscan a una peligrosa banda que simula ventas de coches de alta gama para atraer a sus víctimas y robarles
Los estafadores quemaron el coche que, presuntamente, usaron durante su acción. L.A.R.
photo_camera Los estafadores quemaron el coche que, presuntamente, usaron durante su acción. L.A.R.

La Policía Nacional y la Guardia Civil cooperan en una investigación para localizar a una "peligrosa banda" activa en la provincia de Lugo dedicada a simular ventas de coches para luego agredir y robar a sus víctimas. Estaría relacionada con el asalto a un burgalés de 37 años ocurrido el pasado jueves en Monforte y con otros tres casos similares.

Todos los indicios y pruebas recabadas apuntan a que los autores de este violento suceso son los mismos que actuaron hace apenas dos meses por primera vez, también en Monforte, y que luego perpetraron sendos robos en Sarria y Coles (Ourense).

Al cierre de esta edición, y según las fuentes consultadas por este periódico, no había ningún detenido por el hecho ocurrido hace dos días en Monforte, que acabó con el vehículo usado presuntamente por los estafadores calcinado en una pista entre las parroquias de Piñeira y Distriz.

La forma de proceder de esta banda es siempre la misma. La Policía informó de que en los cuatro casos mencionados los falsos vendedores citaron a sus víctimas en el extrarradio de los núcleos de población -la última vez fue en una pequeña explanada ubicada en la vía que une las parroquias de Seoane y Tor- y nada más establecer contacto con ellas les arrebataron los teléfonos móviles.

De esta forma, señalan, «se aseguran de que tendrán tiempo suficiente para huir del lugar del robo y estar lejos cuando las víctimas tienen la posibilidad de dar aviso». Los coches son siempre de alta gama y los asaltantes no dudan en usar la violencia si la víctima se niega a darles el dinero que le reclaman.

Ese fue el caso del burgalés agredido en Monforte, que necesitó asistencia médica. El hombre había quedado con los supuestos vendedores para adquirir un Porsche Panamera.

LA AGRESIÓN. Los autores del robo acordaron con la víctima que le darían el citado vehículo a cambio de 20.000 euros y su Audi TT. Se personaron en el lugar de los hechos a los mandos de un BMW -misma marca que el coche que apareció calcinado horas después- sin el Porsche y le exigieron al agredido tanto el Audi como el dinero.

La víctima se resistía a obedecerles y, como amenaza, los ladrones le golpearon en la cabeza, provocándole un traumatismo craneoencefálico, y dispararon a su coche. Las balas dañaron una rueda y la puerta del conductor.

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