Los regantes del Val de Lemos, del miedo al optimismo en un año

Zona con sequía. EP

El colectivo superó una dura etapa de sequía y su presidenta, Alicia Toirán, lo achaca al sistema de distribución del agua, que considera todo un éxito

Hace un año, el volumen del embalse de Vilasouto -situado en O Incio y que abastece a la comunidad de regantes del Val de Lemos- se encontraba solo a un 31% de su capacidad y la Confederación Hidrográfica Miño-Sil (CHMS) advertía de la llegada de meses complicados. La preocupación cundía en el colectivo, pues se enfrentaban a una campaña sin agua. Un año después, el miedo se ha esfumado.

Vilasouto está actualmente al 74,23% de su capacidad. No está a rebosar, pero es una cantidad que permite a los regantes ser optimistas respecto a la temporada de riega, que arrancará en verano.

"Foi un ano de abundante choiva e neve e aínda está previsto que de aquí ao comezo da campaña haxa máis, polo que en principio non teremos ningún problema", comunica la presidenta de la asociación, Alicia Toirán. La clave para superar los años de sequía, considera, estuvo en la distribución del agua.

En 2017 hubo que repartir entre los miembros de la comunidad la poca que había para que cada uno llevase a cabo tres riegas. "A xente concienciouse moito da importancia de regar con pouca auga e iso foi moi importante", asegura Alicia Toirán.

El pasado ejercicio se ejecutó el mismo sistema basado en la distribución. "A idea da organización é repartir a auga e levala por canles e canaletas a cada regante en función das súas necesidades. Así evitamos a piratería. A distribución por quendas foi fundamental hai dous anos", explica Alicia Toirán.

CAMBIO. En 2018, la capacidad de Vilasouto subió 40 puntos en un mes. Pasó de apenas superar el 30% de su capacidad a mediados de febrero a estar al 77% a finales de marzo. Las abundantes lluvias rebajaron la preocupación de la comunidad de regantes, que veían como sus cosechas estaban en peligro por culpa de la sequía.

Alicia Toirán valora la concienciación de los miembros de la comunidad del Val de Lemos y llama a la cooperación para subsistir. "Tivemos unha experiencia magnífica na parroquia de Seoane cunha acequia, que son as canles por onde pasa a auga. Todos os regantes que formaban parte dela xuntáronse para coidala e tela ben atendida", señala.

Toirán desea trasladar esta forma de trabajar al resto de acequias. "Moitos regantes non fan isto, ao contrario. E é fundamental", concluye.