Preparar el parapente, tomar impulso y sentir que los pies ya no están sobre el suelo para de inmediato divisar desde el cielo el valle de Quiroga. Esta es la experiencia que viven cada vez más aficionados a esta disciplina de vuelo libre que se desplazan hasta el territorio del geoparque Montañas do Courel al disponer de varios puntos de despegue.
Esta afición, todavía poco extendida entre la población local, se postula como un recurso más para atraer visitantes a la zona. Lo cierto es que Quiroga "é un sitio privilexiado, cunhas condicións de voo especiais", asegura Antonio Ferreiro, un experto en parapente con alrededor de 5.000 vuelos a sus espaldas. Ello se debe, entre otros aspectos, a su orografía (un valle cerrado) y a sus condiciones climáticas.
Sobre la meteorología, Ferreiro señala que lo ideal para volar son los días anticiclónicos. Normalmente, explica, hasta tres días antes no se puede saber si será posible despegar, aunque su recomendación es "revisar as predicións o día anterior ao voo". La fiabilidad de las predicciones es un aspecto que también apunta Xulio Villarino, presidente del Club Parapente Ferrol, entidad sin ánimo de lucro que este año ha comenzado a volar en Quiroga.
El pasado fin de semana se desplazaron hasta doce deportistas del club a la comarca. Todos ellos, destaco Villarino, "quedan impresionados porque é unha zona preciosa". Además, no se limitan a volar, sino que quedan en la comarca para comer y dormir. Mientras unos vuelan, sus acompañantes aprovechan para hacer alguna ruta de senderismo.
Antonio Ferreiro tiene claro que el parapente es algo que se debe potenciar. Echa en falta un punto de aterrizaje oficial, algo imprescindible para organizar eventos y en lo personal, cuenta, le gustaría poder constituir un club de vuelo en Quiroga.
Lamenta que en la zona no haya "demasiada cultura sobre o parapente" y considera que se debería "ensinar e explicar mellor", para que la gente cambie su percepción sobre esta disciplina, "pois moitos pensan que é algo agresivo".
