QUIROGA. El alcalde de Quiroga, Julio Álvarez Núñez, y un grupo de olivicultores del municipio presentaron ayer en el registro general de la Xunta de Galicia en Lugo una petición de Denominación de Origen Protegida (DOP) para el aceite que se elabora en la comarca. Los trámites a seguir a partir de ahora serán que el Ejecutivo gallego tramite el expediente y lo remita al Ministerio de Agricultura, primero, y a la Unión Europea, después.
Con esta solicitud, el Ayuntamiento da un paso importante para profundizar en la recuperación de este producto tan singular, acción que comenzó en el año 2000 con la celebración de la primera Mostra do Aceite, en la parroquia de Bendilló.
Desde entonces se llevaron a cabo varias iniciativas, como el registro del nombre "Aceite de Quiroga" en la Oficina Española de Marcas y Patentes con el fin de certificar las características del producto de forma que quien desee utilizar este nombre deberá cumplir ciertos requisitos en cuanto a producción y elaboración, pero también de comercialización.
La administración quiroguesa también ha elaborado una ordenanza municipal en la que se regulan y ordenan las plantaciones de olivos. Con el fin de evitar fraudes, el Ayuntamiento lleva un registro de plantaciones de olivos con los datos de su titular y de la plantación y un registro de los molinos o almazaras existentes que pueden optar al uso de la marca registrada
El resultado de todas estas medidas, explicó Julio Álvarez, es que no se pueda vender ningún aceite con el calificativo de Quiroga si la materia prima no procede íntegramente de la zona. Además, su elaboración debe realizarse en el territorio.
Él origen del resurgir del aceite gallego hay quien lo sitúa en el valle de Quiroga con la recuperación de olivos centenarios, donde se descubrió, gracias la las investigaciones del CSIC, que hay variedades autóctonas únicas, como las llamadas brava y mansa. Tienen unas características organolépticas singulares, que acaban de ser incluidas en Banco de Germoplasma Mundial de Variedades de Olivo, con sed en Granada.
Ambas variedades son muy abundantes en el valle quirogués, siendo introducidas, se cree, por los romanos hace cerca de 2.000 años, cuando llegaron a este territorio para convertirlo en una de sus mayores minas de obtención de oro.
