Quiroga planta cara al mal tiempo y vende todo en su Feira do Viño

Siete cosecheros del municipio ofrecieron otras tantas variedades de tintos y blancos al numeroso público que asistió al certamen ▶ El museo etnográfico fue el escenario donde los participantes en el evento recogieron las medallas como premio a su trabajo

Carlota Corredora, en Quiroga. TOÑO PARGA
photo_camera Carlota Corredora, en Quiroga. TOÑO PARGA

Cuatro veces tuvo que acudir uno de los cosecheros participantes en la edición número 36 de la Feira do Viño de Quiroga a su bodega personal a por más litros de caldo. Así lo aseveró el alcalde del municipio, el popular Julio Álvarez Núñez, quien no dudó en calificar de "todo un éxito" el certamen vinícola celebrado en su localidad.

Quiroga ha sumado una nueva jornada en el calendario de ferias del vino que se celebran por la Ribeira Sacra. Como en Chantada y en Sober, los quirogueses se vieron obligados a plantar cara a un mal tiempo que se resiste a abandonar Galicia. Las ventas, no obstante, no se resintieron, según comentaron los cosecheros. "Sempre se traballa moito. Esta feira funciona moi ben", afirmaba este domingo uno de los participantes.

Una de las grandes peculiaridades que presenta la Feira do Viño de Quiroga es la de ofrecer a los visitantes un producto que mayoritariamente se destina al autoconsumo. Muy pocas bodegas en esta zona están amparadas por el consejo regulador de Ribeira Sacra, por lo que el resultado es un certamen donde los grandes protagonistas son los caldos familiares, hechos en casa, y que llegan a los paladares de todo el que se acerca hasta los puestos situados a lo largo de la carpa que acoge el evento.

Este es uno de los toques singulares que aporta la Feira do Viño de Quiroga. También su ubicación, que cambia de año en año. La carpa para combatir la lluvia o el viento siempre se instala en la Rúa Real, pero cada edición se alternan la parte alta y la parte baja como escenario.

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Superadas las doce del mediodía de este domingo, las inmediaciones de la citada carpa acogían visitantes poco a poco. Se acercaban lentamente, como despertando tras la larga jornada del día anterior. Era el gran momento para los cosecheros. Los siete que conformaron el certamen de esta edición recibieron sus respectivas medallas en el museo etnográfico.

Los agasajados fueron Gaspar Álvarez Nogueira, de As Medas; Elías González Mourelo, de Carballo de Hospital; Antonio Vázquez López, de San Xulián de Abaixo; María Oliva Cao Expósito, de Bendollo; Alfonso Núñez Calvo, de Os Novaes; José Luis Rodríguez Lago, de San Xulián de Abaixo, y Secundino Rodríguez Sobrino, de O Toucedo. De sus viñedos salieron los caldos degustados en la trigésima sexta edición de la Feira do Viño de Quiroga.

Cada cosechero llevó a la Rúa Real siete blancos y siete tintos, seleccionados semanas antes por la Cofradía do Viño de Quiroga en una especie de cata selección. El paso anterior había sido por laboratorios, donde se analizaron.

Superadas todas las fases previas, estos siete cosecheros ofrecieron al público lo mejor que ha salido de sus riberas particulares. Lo artesanal triunfa cada año en Quiroga y en esta edición de la feria no ha sido menos.

Miles de personas ya habían sido testigos del evento durante la primera jornada, con pregón de Carlota Corredera incluido. La presentadora de televisión, conocida por sus apariciones en programas como Sálvame o Cámbiame, recogió el testigo de la actriz Eva Isanta, pregonera el año anterior, para asegurar que había cumplido con una de sus asignaturas turísticas pendientes al visitar la zona de Quiroga, donde el vino fue el rey absoluto a los pies de la sierra de O Courel.

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