¿Qué fue de... David González?

Óptico de profesión, David González es un apasionado del fútbol. Jugó en el Calasancio y en el Lemos y puede presumir de ser el impulsor del fútbol sala en la ciudad, una disciplina de la que gozó hasta los 48 años. Después todavía le quedó tiempo para ejercer de árbitro.
David González, delante de Optinova, la óptica que fundó y que ahora regenta su hija Sonia. A.R.
photo_camera David González, delante de Optinova, la óptica que fundó y que ahora regenta su hija Sonia. A.R.

A sus 75 años David González Quiroga dedica su tiempo a su mujer, a pasear y jugar con su nieto Mauro, ver fútbol (es del Real Madrid) y, ahora que asoma el otoño, aprovecha para perderse por algún camino en busca de setas. Pero antes de esta tranquila jubilación, David fue un apasionado jugador de fútbol, deporte que combinó siempre con su trabajo de óptico.

Opina este monfortino de adopción que "futbolista se nace", solo así se entiende que un chaval que nació en O Barco "donde no existía el fútbol y solo se jugaba a baloncesto", llegase a la ciudad del Cabe a los doce años (sus padres eran ferroviarios) y se entregase con fervor al deporte rey. Lo llevaba centro.

"Ingresé en los Escolapios y ahí conocí el fútbol. Jugábamos 20 contra 20 en los recreos pero pronto me enganché y pasé al Calasancio y al equipo La Peña de Jopy" cuenta. Eran tiempos en los que David aprovechaba cualquier minuto para darle al balón, antes de comer, después de la escuela o antes de ir a dormir.

David González, en el centro con el balón, con el club Lemos. EP
David González, en el centro con el balón, con el club Lemos. EP

Progresó y el año 1966 fichó por el Lemos, cuando éste jugaba en la Tercera División Nacional, una de las clasificaciones más altas de su historia.

"Hay gente que aún me recuerda un gol que le marqué al Ourense cuando el Lemos estaba en Tercera Nacional", explica David González

De esos tiempos, David recuerda un partido contra el Ourense. "Esa temporada el Ourense lo ganaba todo y tuvimos un partido polémico. Marqué y me anularon un gol por un fuera de juego que no era y después marcó el Ourense otro gol muy dudoso, pero no se lo eliminaron. Ganaron 1-0 pero la gente todavía me recuerda aquel partido". 

Combinó su paso por el Lemos con un puesto de trabajo en la óptica Cardenal pero en el año 1972 decidió emigrar a Barcelona con la que es hoy su mujer en busca de un futuro mejor.

"Me puse en contacto con Quique, que es un gran amigo y fundó en Monforte la Óptica Lemos. Él llevaba allí tres o cuatro años y me echó un cable para entrar en una fábrica de cristales. Me fue bien", cuenta.

Llegó en otoño y en diciembre, con motivo del Día de Santa Otilia, se jugó un partido entre los trabajadores de la fábrica de cristales en la que estaba David y los de otra del mismo sector. "Marqué 11 goles y por primera vez mi fábrica ganó", apunta.

David, en la óptica en la que trabajó en Badalona. EP
David, en la óptica en la que trabajó en Badalona. EP

David creció a nivel profesional y en marzo la empresa le destinó a Badalona para trabajar en una óptica que ponían en marcha. Estaba contento y tenía una carrera próspera en el sector, pero su tío no dejaba de reclamarle para la óptica Cardenal y David y la familia regresaron a Monforte.

"En la fábrica de cristales cogía los cristales más difíciles para hacer. Con esos trabajos cogí mucha experiencia", añade el óptico

Se convirtió en una referencia para todos los vecinos de la ciudad en tiempos en los que no había nadie que graduase la vista. De vuelta en casa, pudo retomar el fútbol. "Jugué en el Rubián pero en el año 77 comenzó a ponerse de moda el fútbol sala y monté un equipo con mis hermanos y otra gente que se llamó Atlético Monfortino. En Semana Santa hablé con Pepe Mourelo para jugar un partido contra el Calasancio juvenil y a partir de ahí montamos una Liga de Fútbol Sala en Monforte", comenta.

Atlético Monfortino. David es el segundo por la derecha en la fila de abajo. EP
Atlético Monfortino. David es el segundo por la derecha en la fila de abajo. EP

Hasta los 48 años David siguió jugando al fútbol sala y fue máximo goleador de la Liga Federada. Después se hizo árbitro durante un tiempo y hoy sigue disfrutando del fútbol como espectador.

En lo laboral, cuando tenía 55 años la Óptica Cardenal cerró sus puertas y David, con otros dos socios montó su propio negocio, Optinova, en la Rúa Hortas que desde el 2013, cuando se jubiló, gestiona con éxito su hija Sonia González.

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