Primero la guerra y ahora el virus

Muebles Cabezas es un negocio de Chantada que lleva 140 años en funcionamiento, desde 1880. Su actividad solo se frenó tras el golpe de Estado del 36 y hoy en día, por la pandemia
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Si hay un negocio que ha vivido acontecimientos históricos en Chantada ese es Muebles Cabezas. Abrir en 1880 y seguir activo en 2020 da para mucho. La pandemia de Covid-19 se suma a la inmensa lista de episodios de los que ha sido testigo este establecimiento familiar. Eso sí, hasta la fecha solo uno le había obligado a cerrar temporalmente al público.

Hay que remontarse a la Guerra Civil para encontrar la anterior etapa de parón de Muebles Cabezas. Y ni siquiera fue continuado, como ahora. Por entonces, la mueblería era una ebanistería y funcionaba dependiendo de cómo avanzase el conflicto.

“Moitas veces había que traballar ás agachadas para que non te collesen os do bando contrario se viñan a Chantada”, indica el actual responsable de la tienda, Antonio Vázquez, ‘Chupín’. En las épocas de mayor tensión entre 1936 y 1939, sus ascendientes también se vieron obligados a cerrar algunos días por precaución. En la actualidad no caen bombas en el exterior ni hay amenazas de paseos o fusilamientos. El enemigo es mucho más pequeño, diminuto. No se percibe a simple vista y, como a todos los comercios que no forman parte de las llamadas actividades esenciales, ha obligado a Muebles Cabezas a estar cerrado desde el fin de semana del 14 de marzo, cuando el Gobierno decretó el estado de alarma.

“A ver se nos vindeiros días podemos comezar a abrir pouco a pouco, dependendo da fase na que nos atopemos e de como avance a pandemia”, indica Chupín, que cuenta las horas para retomar parte de la actividad y hacer frente a lo que está por venir. A su negocio también le tocará remar duro, aunque cuenta con la ventaja de disponer de un local propio. No tiene que asumir un alquiler.

Las etapas de más tensión de la Guerra Civil obligaron a Muebles Cabezas a interrumpir su actividad o trabajar a escondidas

SUPERVIVIENTE. Muebles Cabezas ha pasado de una generación a otra de la familia de Chupín. Él es ahora el encargado de una tienda que antes llevó su tío Manuel, fallecido hace poco.

Antonio Vázquez Diéguez fundó el establecimiento a finales del siglo XIX. Desde entonces los Cabezas, como se les conoce en Chantada, han regentado, además de la mueblería, una funeraria, un aserradero, una fábrica de telas mecánicas, una colchonería, una empresa de construcción o unas salas de cine.

En este periodo tan largo de 140 años, Muebles Cabezas ha sobrevivido a guerras (un total de tres), golpes de estado, cambios de gobierno y múltiples hechos más. Tocará añadir una pandemia mundial. Otra, como en su día lo fue la de gripe española en 1918

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