"Podemos falar de que isto é un inferno", dice un agente forestal en O Courel

"Faltan efectivos", asegura, al mismo tiempo que entiende que son muchos los fuegos en Galicia y que los trabajadores lo están dando todo para extinguirlos
Fuego este sábado en O Courel. ELISEO TRIGO (Efe)
photo_camera Fuego este sábado en O Courel. ELISEO TRIGO (Efe)

Un agente forestal que participa en la labores de extinción de los incendios que asolan los municipios de O Courel, Quiroga y A Pobra do Brollón no pudo ser más claro cuando en la tarde del sábado resumió la situación a la que se enfrenta: "A cousa está fodida", indicó. Su interjección tenía que ver con cierto desaliento después de más de 24 horas de intenso trabajo que, indicó, sirvió solo para estabilizar los fuegos, pero no para controlarlos. 

También se lamentaba de que las altas temperaturas que se registran en la zona propicien que, tras sofocar un foco, a las pocas horas se reproduzca en el mismo punto, cuando se evapora el agua vertida; o a una decenas de metros del lugar apagado. 

"Faltan efectivos", declaró a la hora de hablar del control de los incendios de la Ribeira Sacra; pero también destacó el hecho de que Galicia está ardiendo de norte a sur y de este a oeste y que las limitaciones están ahí; los efectivos y los medios son los que son y que todos los que trabajan en el servicio de extinción de incendios forestales están dándolo todo.

"Falamos de xornadas maratonianas baixo o sol, e cunha calor asfixiante. Si, podemos falar de que isto é o inferno", destacó a este diario antes de perder con él la comunicación telefónica cuando se movía por la sierra de O Courel. Y es que las llamas han quemado líneas de telefonía y de abastecimiento de electricidad en varios puntos de las zonas afectadas por las llamas que se intentaban recuperar en la tarde del sábado. 

La alcaldesa de O Courel, Lola Castro, estaba destrozada física y anímicamente. Llevaba 48 horas al pie del cañón, ayudando a los vecinos cuyos pueblos estaban siendo amenazados por el fuego, como los de Vilamor y Seceda. Indicó que la tarde del viernes "foi una tolería, non dabamos feito" y que a última hora de la tarde del sábado "a cousa estaba algo mellor", pero diciéndolo con una voz cuyo tono no era de convencimiento. Y es que Lola Castro, cuando habló con este periódico, estuvo a punto de llorar por la situación vivida.

"Os graves incendios que soportamos no 2018 non teñen nada ver con esta loucura que estamos a padecer", destacó, al tiempo que se encomendó a las predicciones de los meteorólogos, que hablan de la llegada de lluvia ligera a Galicia próximamente.

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