La plaza de abastos lucha por su espacio en Monforte

La calidad del producto y la atención cercana son las señas de identidad de un mercado con una clientela fiel que crece en verano
Uno de los puestos de la plaza de abastos de Monforte. A.R.
photo_camera Uno de los puestos de la plaza de abastos de Monforte. A.R.

La calidad y la proximidad de los productos que se venden en la plaza de abastos de Monforte están fuera de toda duda. El servicio, según destacan los clientes habituales, es excelente y cada vez hay más alternativas de compra online o entrega a domicilio que han reconciliado a muchos compradores con este espacio.

Los que eligen el mercado de abastos para comprar encuentran frutería, carnicería, pollería, panadería, una tienda de salazones, bacalao y productos gourmet y una pescadería

Pexería da Cofraría, en la plaza de abastos de Monforte. A.R.
Pexería da Cofraría, en la plaza de abastos de Monforte. A.R.

La Peixería da Cofraría es precisamente la última incorporación al mercado y la acogida ha sido muy buena, a juzgar por las colas de clientes que se forman a diario. En la actualidad hay dos puestos libres. A los demás placeros les gustaría que se les diese publicidad a esos espacios para que se ocupen cuanto antes. «Porque cuantos más y más variados seamos, mejor», explican los comerciantes.

En conjunto, la imagen de la plaza es buena, limpia, diáfana y agradable pero le falta un empujón, "un cariño" por parte de las administraciones públicas y de la propia sociedad para acabar de despegar y llegar a más público, tanto en invierno como en verano. Aunque ahora, en el estío, hay más trajín de gente.

Laura Benjumea es sevillana y está estos días por Monforte de vacaciones. "Nos gusta ir a los mercados locales porque el producto es fresco y de calidad, pero encontrar la plaza de Monforte nos costó lo nuestro porque no hay carteles ni señales en otros puntos de la ciudad que te indiquen dónde está", explica.

Laura Benjumea. A.R.
Laura Benjumea, de visita puntal y compras en la plaza. A.R.


Ella y su familia se encontraron una plaza "pequeña pero coqueta y en los puestos percibimos mucha amabilidad", destaca. "Nos da rabia que estos espacios se dejen de lado, que las administraciones no apuesten por darles visibilidad. No es un problema solo de Monforte, nos pasa en Sevilla, con un mercado de tanto nombre como el de Triana, que fue mucho a menos. La calidad que hay en estas tiendas no la encuentras en las grandes superficies", añade. "No debería verse solo como un mercado, puede ser un recurso turístico más de cualquier ciudad", concluye.

LOS TENDEROS. Precisamente, sobre la visibilidad de cara a los nuevos clientes y los turistas habla Elke Rodríguez, responsable del puesto O Colmado que incluye bacalao salado, quesos, encurtidos y productos gourmet. "Eu creo que falta algún indicador na cidade que lles diga aos turistas onde estamos. Unha vez na praza, estamos pendentes de que arranxen a porta de entrada, limpen a fondo os toldos da fachada e actualicen os carteis", apunta la tendera. "Abrín hai catro anos, daquelas xa había compromiso de facer esas melloras, pero non chegaron", comenta la mujer. "Todo son boas palabras pero ao final todo continúa igual", dice.

Elke Rodríguez, en O Colmado. A.R.
Elke Rodríguez, en O Colmado. A.R.

El Ayuntamiento de Monforte ya conoce las necesidades de la plaza porque los vendedores han formado una asociación que les permite poner en conjunto problemas e ideas. El presidente de ese colectivo es Carlos Pérez, el responsable de la frutería Terras de María Castaña, y explica que ya participaron en varias reuniones con el gobierno local.

Pérez destaca que el estado general de la plaza es correcto y que, por ejemplo, hace un año se arregló el tejado, aunque las tormentas de este verano aún causaron varios destrozos e inundaciones en los puestos.

Con todo, hay cosas pendientes, como comentan sus compañeros. A Carlos Pérez le gustaría que la plaza se tratase como un espacio más de Monforte, con su mantenimiento diario, con las atenciones que requiere. "Ao que non se pode agardar é a que se deterioren as instalacións por completo, hai que ir arranxando o que se avaría coma en calquera outra infraestrutura. A porta de entrada é só un exemplo das pequenas cousas que están pendentes de acometer", lamenta. "Tamén é importante poñer en funcionamento o espazo de cafetaría e de feiras", añade el presidente.

Carlos Pérez, de Terras de María Castaña. EP
Carlos Pérez, de Terras de María Castaña. EP

"A praza ten xente, temos a nosa clientela e no verán achéganse moitos visitantes, pero hai capacidade para medrar se se aposta por este espazo de verdade», insiste.

De hecho, Carlos Pérez cree que el mercado ha recuperado y superado un poco los niveles de clientela de antes de la pandemia y también explica que llega gente joven a comprar, aunque les gustaría que eso siguiese creciendo.

En cuanto a la cafetería y a las ferias sectoriales, en una parte de la plaza se habilitó con el anterior gobierno municipal (BNG) un espacio de cafetería, que funcionó varias temporadas, y un otro de mercados temáticos. La cafetería lleva tiempo cerrada, "os turistas van fóra mercar a cervexa e traena para tomala aquí", dice Elke Rodríguez. Sobre los mercados temáticos, la programación ha caído y apenas se organizan tres o cuatro al año.

APARCAMIENTOS. Para Esther Castro, que lleva 40 años en la plaza y está al frente de la carnicería Kazán, recuperar la actividad en esos espacios es importante porque se genera un buen flujo de gente. "Sempre entran caras novas e sempre hai alguén que se asoma para este lado a mercar", añade.

Esther Castro, carnicería Kazán. A.R.
Esther Castro, carnicería Kazán. A.R.

Además, apunta otra de las carencias del mercado. "Necesitamos estacionamentos. Os poucos que había na zona xa se elimnaron e a xente ten que ir camiñando ata lonxe. Temos clientela a diario das rúas máis próximas, pero hai outra das parroquias ou dos barrios que deixa de vir porque non hai onde estacionar", lamenta.

Sobre ese aspecto también pone la atención otra compradora que prefiere no desvelar su nombre. "Nós somos de Caneda e vimos mínimo unha vez á semana, pero o meu home ten que dar voltas e voltas para atopar un sitio para aparcar e levar as cousas ao coche", detalla. "Mentras poidamos seguiremos vindo", dice esta compradora.

Entre las clientas habituales de la plaza también está Celia López, ella es de las que bajan al mercado los martes y los viernes, jornadas en las que tradicionalmente llega el producto más fresco a los puestos. Dice que no falla en la pescadería y después, en función de lo que necesite, se acerca a los otros puestos.

Celia López, compradora habitual de la plaza. A.R.
Celia López, compradora habitual de la plaza. A.R.

"Eu teño a sensación de que aquí todo está máis fresco, máis saudable e o trato é moi bo. Xa nos teñen collido o gusto do que queremos e como o queremos", bromea Celia.

Más de 90 años en funcionamiento
La plaza de abastos de Monforte está ubicada en la Rúa Bailén. Se comenzó a gestar en el año 1925, cuando Antonio Dacal era alcalde. Abrió en el verano de 1929. Sustituyó a otro mercado que estaba ubicado en la actual Praza Doutor Goyanes y en 1933 también acogió una serie de puestos que había en lo que es hoy la Praza de España.

El más antiguo
El puesto más antiguo es la pollería Rogelio, que abrió sus puertas en el año 1964 de la mano de Claudio Rogelio Fernández Rodríguez y Manuela Somoza Iglesias. Sus hijos tomarían posteriormente el relevo.

El edificio
Es de dos plantas. En el bajo está la plaza y en la primera, el centro de día. Destaca su fachada con recuerdos a la arquitectura indiana. En 2011 se acometió una reforma integral del interior del mercado.

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