Un perro protagonizó una de las anécdotas curiosas del fin de semana de la Feira do Viño en Chantada. Dos patrullas de la Guardia Civil y una de la Policía Local necesitaron casi tres horas para sacarlo del coche en el que se acomodó, en el espacio entre el volante y el asiento del conductor. Ocurrió la madrugada del sábado al domingo.
La propietaria del vehículo se despertó y se levantó para ir a recoger a una familiar que había salido por la noche y en cuanto abrió la puerta, el perro, que no es suyo y estaba suelto por la calle, aprovechó para colarse. La mujer intentó sacarlo, pues le impedía sentarse y maniobrar, pero el animal no estaba por la labor. Fue entonces cuando decidió llamar a las autoridades. Eran las 6.00 horas.
Una vez en el lugar, los agentes trataron por diferentes vías de sacar del turismo al perro, que hizo caso omiso. Allí se quedó, tranquilamente, sin inmutarse tampoco ante las estrategias que los agentes emplearon para que reaccionase, como sintonizar radios musicales a un volumen muy alto o mostrar en los teléfonos móviles vídeos de gatos. En todo momento buscaron métodos que no incluyesen fuerza para no dañar al animal.
Finalmente, el perro salió por su propio pie del vehículo a las 8.45, casi tres horas después. El perro, en buen estado y nutrido, tenía chip. La Policía Local de Chantada lo recogió y contactó con el propietario, que en la misma mañana del domingo acudió a buscarlo. No es la primera vez que se escapa.
