QUIROGA. La Dirección Xeral de Patrimonio sacará este año a licitación los trabajos de análisis del estado estructural del túnel romano de Montefurado, horadado en la montaña de Quiroga hace 2.000 mil años para desviar el cauce del río Sil con el fin de sacar oro de la tierra de aluvión.
Así lo confirmó la responsable de este departamento de la Xunta de Galicia, respondiendo a una pregunta en tal sentido formulada por el BNG a través de su diputada en el Parlamento gallego, Olalla Rodil.
Los expertos llevaban tiempo exigiendo la realización de estos estudios, como el director del Instituto de Geología de la Universidade de A Coruña (UDC), Juan Ramón Vidal Romaní, quien certificó a principios del pasado año que el túnel se acercaba a su colapso estructural y que ello ocurriría más pronto que tarde si no se tomaban medidas.
Su opinión fue compartida por Miguel Llorente Isidro, jefe en Galicia del Instituto Geológico y Minero de España (Igme). En una conferencia que impartió en septiembre del pasado año, señaló la necesidad de realizar «una radiografía» del túnel para conocer a ciencia cierta cómo está la estructura por dentro.
Llorente señaló que esta padeció en dos ocasiones otros tantos derrumbes. Uno está documentado, mientras que el otro se cree probable por los indicios existentes en una de las entradas. Destacó que la estructura soporta una gran presión en temporadas intensas de lluvia, de ahí que considere del todo necesario efectuar un estudio en profundidad.
SUELTA DE AGUA. Y es que el principal problema que tiene el túnel, además de la vegetación que crece a su alrededor, lo que provoca que el terreno se desestabilice, según los expertos, es la suelta de agua de las presas que tiene la empresa energética Iberdrola cauce arriba del túnel.
En época de intensas lluvias abre las compuertas de los embalses para aliviar su carga y presión, por lo que el agua llega a cubrir prácticamente toda la oquedad, algo que, dicen los expertos, no es bueno para la integridad de la estructura.
