Parte de la muralla medieval de Monforte aparece llena de pintadas

Los vecinos relacionan el atentado contra el patrimonio monfortino con el botellón

Algunas de las pintadas que aparecieron este domingo en la muralla de la fortaleza de Monforte. TOÑO PARGA
photo_camera Algunas de las pintadas que aparecieron este domingo en la muralla de la fortaleza de Monforte. TOÑO PARGA

Los gamberros han vuelto a hacer de las suyas, dañando una de las zonas de alto valor patrimonial de Monforte, la muralla medieval. Este domingo amaneció con numerosas pintadas en la zona comprendida entre la Rúa Santo Domingo y la Porta da Alcazaba. Personas desconocidas utilizaron un espray de color rojo para pintarrajear el lienzo contiguo a la puerta de la fortaleza, un lateral de la iglesia de A Régoa, el pasamanos de este templo y las losas de un pequeño muro de contención.

Es la primera vez que se atenta de esta manera contra la muralla de la fortaleza de los Lemos, aunque los vecinos que residen en la zona indicaron este domingo que "más pronto que tarde esto iba a ocurrir". Señalaron que llevan años alertando de que tanto en la zona de la Cárcere Vella como en el atrio del templo de A Régoa se reúnen jóvenes para hacer botellón y que al día siguiente siempre se han encontrado con desperfectos en la zona en la que se instalan para beber.

Añadieron que tal situación fue notificada una y otra vez al Ayuntamiento sin que hayan visto acciones encaminadas a impedir los actos vandálicos.

INDIGNACIÓN. La indignación era la nota predominante tanto entre el vecindario como entre las numerosas personas que a lo largo de la jornada de este domingo pasaron por esta parte de la ciudad.

Los residentes en la Rúa Santo Domingo y aledañas esperan que el Ayuntamiento proceda a la limpieza de las pintadas en el menor espacio de tiempo posible, toda vez que se trata de un entorno patrimonial destacado, integrado en el barrio judío y acceso a pie al Parador de turismo.

Ahora le ha tocado a la muralla, pero antes fue el puente medieval. En varios de sus sillares del arco contiguo a la Rúa Hortas lucen desde hace más de un año varias pintadas sin que nadie se haya preocupado de limpiarlas.

Lo mismo ocurre en las fachadas traseras de las casas de la Rúa Hortas, las que dan al paseo fluvial de la margen izquierda del Cabe. Los propietarios están cansados de repintar una y otra vez las paredes al encontrarse cada poco con grafitis groseros.

Han dado por perdida la batalla, por lo que ahora la zona se ha llenado de pintadas que, desde hace muy poco, se han trasladado al mismo paseo en el espacio cercano al parque de Os Condes, donde han dibujado dos grandes genitales masculinos.

Hay voces que reclaman la colocación de cámaras de videovigilancia en los lugares de Monforte más sensibles desde el punto patrimonial, algo que por el momento no entra dentro de las prioridades del Ayuntamiento.